Кровавый союз - "Pacto de Sangre"
✙ Pacto
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"Esposa"
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Llegaron a las puertas
del castillo al anochecer, no se dieron cuenta en que momento exactamente el
camino había dejado de ser tan largo, pero ya estaban allí, frente a la enorme
puerta, aquella puerta que los separaba de aquel que podía salvar a su hijo...
-yo tocare-dijo el sr. Ferdinand
Su esposa asintió,
tratando de recuperar el aire que había perdido para llegar allí...
Cuando el señor Ferdinand
estuvo a punto de tocar la puerta, esta se abrió rápidamente, retrocediendo por
la sorpresa el señor Ferdinand cayó al suelo siendo socorrido rápidamente por
su esposa...
-estas bien?-le pregunto
y este no le respondió, su marido tenía clavada la mirada en la persona que
estaba para en aquella gran puerta
-sean bienvenidos...
La señora Ferdinand vio
al hombre parado allí y no pudo evitar ver fijamente aquella piel pálida,
aquella mirada inyectada en sangre...
-señor y señora
Ferdinand-dijo aquel hombre pálido-el rey lo estará esperando...
La señora Ferdinand miro
a su mirado, necesitaba saber si seguirían con esto, su marido tomo su mano
para levantarse y miro a su esposa...
-por nuestro hijo...-dijo
el señor Ferdinand
Su esposa asintió y
apretando fuertemente sus manos, ambos caminaron hacia la entrada...
Aquel hombre pálido les
aterraba pero ya dentro de aquel castillo no podían dar vuelta atrás...
Mientras seguían al
hombre, los esposos Ferdinand miraron atentamente el pasillo por donde eran
llevados.
Adornos de plata y oro
alfombraban cada espacio de aquel lugar, inclusive mientras más avanzaban podían
ver cómo había más hombres como aquel pálido flacucho que los guiaba...
La señora Ferdinand pensó
que alguna enfermedad rara los había atacado, después de todo, las epidemias
estaban de moda...
-hemos llegado...-anuncio
el hombre pálido
Estaban frente a una
puerta de plata, en medio de ella había una rosa y una cruz cruzada, no podía
entender que significado podía tener...
-pasen...
El pálido hombre señalo
la puerta, la cual empezó a abrirse sola, la señora Ferdinand pudo sentir aún más
fuerte el agarre de su mano, lo que significaba que su marido estaba igual de
nervioso que ella...
Respirando profundamente
la señora fue la primera en dar un paso adelante, seguida al instante por su
marido...
Una última mirada hacia
al hombre pálido que no había dejado de sonreír y después entraron totalmente a
aquella por decirlo así "oficina"...
No había nadie allí...
Buscaron con la mirada
pero no encontraron a nadie, aquella oficina, estaba repleta de libros y
adornos de oro y de plata que de seguro valían una fortuna...
-disculpen la tardanza...
Los esposos voltearon rápidamente
al escuchar aquella voz a sus espaldas...
Decir que aquella manera
de "presentarse" no los había asustado seria mentir...
El hombre parado tras
ellos sonrió y camino hasta su escritorio, al llegar allí se sentó en su
silla...
Aquel señor tenía un aire
de superioridad que se notaba a kilómetros, su presencia era imponente y ellos
no podían negarlo, lo que tampoco podían negar era que si aquel pálido hombre
los había asustado, aquel hombre sentado frente a ellos; pálido también; los
aterraba...
Nadie hablo por segundos
que parecieron horas, solo se observaron los unos a los otros...
-Albert y Catrina
Ferdinand...
El hombre de imponente
superioridad hablo primero, haciendo que su sola voz estremeciera a la
pareja...
-han venido a mí con una petición...-dijo
el hombre-no es verdad?
Era tiempo de que ellos
tomaran la palabra...
-buenas noches-le saludo
primero el señor Ferdinand aclarándose la garganta-aquello que dice, es
cierto... venimos a pedirle un favor...
-favor?-el hombre pálido sonrió
de manera sarcástica-yo no hago favores...
-le pagaremos cuanto
desee-dijo la señora Ferdinand
-mi querida
señora...-dijo el hombre parándose de su asiento y caminando hacia ellos-después
de haber observado mi casa, cree usted que yo necesito dinero?
La señora Ferdinand no respondió,
ya que la respuesta era obvia...
-la vida de nuestro hijo
peligra...-dijo el señor Ferdinand-le daremos lo que usted desee, cualquier
cosa!
El hombre volvió a su
asiento, noto claramente la determinación en las palabras de aquel padre
desesperado...
-déjenme presentarme
primero..-dijo el hombre sin levantarse- mi nombre es Frederick Moldoveanu Von
Stoico...
Aquel hombre se paró sin
moverse del lugar donde estaba...
-y salvare la vida de su
hijo...
Los Ferdinand sintieron
alivio por primera vez en mucho tiempo...
-pero...-dijo el
hombre-naturalmente quiero algo a cambio...
-lo que sea...-dijo el
señor Ferdinand sonriendo de felicidad
-la primera mujer de su
familia...
La sonrisa se borró del
rostro del señor Ferdinand al no entender aquello que aquel hombre decía...
-no entiendo bien...
-está más que claro-dijo
Frederick-ustedes no tienen ninguna hija mujer así que me entregaran a la
primera hija mujer descendiente de su hijo...
Los esposo Ferdinand
empalidecieron...
-me dan lo que les pido o
su hijo morirá... claramente si entienden lo que les estoy diciendo, no tienen opción...
Los Ferdinand aún estaban
asimilando lo que aquel hombre les había dicho...
De verdad no tenían opción?
Para salvar a un hijo... entregarían
a una hija?
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Marian despertó de lo que
al parecer había sido un sueño placentero mitad pesadilla...
Había estado a punto de
tomar la mano de Tomas para bailar con el cuando de pronto las puertas del salón
donde se celebraba su fiesta se habían abierto...
Una docena de hombres maso
menos, ya que no lo recordaba muy bien, entraron sin permiso...
Marian no pudo
distinguirlos a todos, solo noto lo similares que eran, ya que todos tenía la
piel pálida...
Pero había un muchacho allí
en medio de todos ellos, un muchacho muy guapo, él se había acercado a ella y había
tomado su mano, por esos segundos en los que sintió su mano sosteniendo la
suya, Marian olvido a Tomas, olvido a sus padres y a todos allí...
Solo pudo ver aquellos
ojos verdes y sentir que los conocía... como en algunos de sus sueños, como si
alguna vez la hubieran observado de lejos y ella no lo recordara nítidamente...
Aquel muchacho había
tomado su mano y haciéndola girar la había pegado al para empezar a bailar...
La música era lenta como
a ella le encantaba, la mezcla de piano y violín que tanto adoraba...
Marian se había prendido
de su mirada al igual que aquel chico de ella... ni él ni ella cesaban de
mirarse a los ojos, no había recato alguno ya que era la mejor manera para
conocerse...
Pero algo había pasado
cuando las campanas de la medianoche había sonado anunciando que ahora si era
su cumpleaños número 15...
Aquel chico había cesado
de bailar y sonriendo se había acercado a ella y la había besado en los
labios...
Un corto beso el cual la había
hecho desvanecerse en sus brazos...
Marian hubiera querido
darle una cachetada por robarle su primer beso de aquella manera, pero
desmayada no podía hacer más...
Pero acaso todo eso había
sido un sueño?
Marian se tallo los ojos
y se levantó de lo que parecía ser una gran cama, aún tenía su vestido de
fiesta, así que no había sido un sueño...
-mama...
Marian observo el cuarto
donde estaba, era enorme y jamás lo había visto en su vida...
-papi...
Era inútil estaba sola en
aquel cuarto...
-papa!!-grito
Marian-mama!!!
Camino hasta la puerta
para salir de allí, pero esta estaba cerrada con llave, empezó a golpearla muy
asustada aun llamando a gritos a sus padre...
-alguien sáqueme de aquí!-grito
a borde del llanto-por favor!!
Las lágrimas salieron
solas mientras ella seguía golpeando aquella puerta con las últimas
fuerzas que le quedaban...
-dentro de unas horas podrás
salir...
Marian giro hacia donde
el sonido de aquella voz había provenido...
Sentado en la cama en la
que ella había estado recostada hace unos minutos, estaba el... el mismo chico
que la había sacado a bailar y el que la había besado...
-quien eres tú?!!-grito
Marian-dónde estoy?!, que hago aquí?!
Marian se apegó más a la
puerta temiendo a lo que ese muchacho podría hacerle...
-muchas preguntas...-dijo
el-así que responderé una por una
El muchacho se levantó de
la cama y se acercó a Marian...
-no te me acerques!-grito
ella parándose y huyendo de el...
-no temas... no te hare
daño...
Y allí estaba otra vez
aquella mirada... aquellos ojos verdes brillaban y le impedían reaccionar...
Marian se quedó quieta, el muchacho se quedó a un metro de ella para no
asustarla más...
-me llamo Andreu
Moldoveanu Von Stoico ...-se presentó-está en la casa de mi familia y por qué estás
aquí... de verdad no lo sabes?
-claro que no!-dijo
Marian-si lo supiera no te lo habría preguntado
-entonces es mejor que
aquello te lo diga mi padre...
-porque no puedes decírmelo
tú!-dijo Marian menos asustada que antes
-podría decírtelo-dijo
Andreu-pero es mejor que lo haga el...
-ayúdame a salir de aquí!...
Marian se acercó a él y
tomo sus manos...
-por favor-dijo ella arrodillándose
sin soltar su mano-te lo suplico, tengo mucho miedo...-Marian estaba
llorando-quiero volver con mi padre, con mi madre y mi hermano... por favor ayúdame
a salir de aquí!
Andreu se arrodillo junto
a ella, verla llorar le dolía de una manera que nadie podía entender... después
de todo los hijos de la oscuridad no tenían sentimientos, aunque la verdad era
claramente otra...
Marian sintió como Andreu
la rodeaba en un abrazo, su tacto era frio pero no le afectaba en lo absoluto,
aquel abrazo la reconfortaba mucho...
-lo siento...-dijo
Andreu-no puedo ayudarte...
Marian se separó de el...
-lo siento-volvió a
repetir Andreu
Marian se levantó y corrió
a la cama tirándose en ella a seguir llorando...
Es que acaso nadie podía
ayudarla, no sabía porque la habían alejado de su familia y porque motivo
estaba allí...
Andreu no pudo seguir escuchándola
llorar y salió de allí de la misma manera en la que había entrado...
Marian sintió como una
aire sacudió sus cabellos y alzo la mirada buscando a Andreu, pero el ya no
estaba...
-a dónde fue?
Marian se sentó en su
cama preguntándose cómo era que había salido... salió de la cama y volvió a la
puerta, pero fue en vano ya que la puerta seguía cerrada con llave...
Marian volvió a su cama a
llorar...
Que más podía hacer?
✙ * ✙
Andreu camino hacia el salón
de reuniones con solo algo en su mente... Marian...
Ella no lo recordaba,
pero esta no era la primera vez que se veían...
Andreu vio a Marian por
primera vez cuando ella recién había nacido...
-adelante...
Escucho la voz de su
padre al otro lado de la puerta, así que entro...
Allí estaban los ancianos
sentados cada uno en sus asientos...
-ven a mi lado hijo mío...
Andreu obedeció a su
padre colocándose a su lado...
-hablaste con ella?-le
pregunto su padre
-si...-dijo Andreu-ella
no sabe nada
-lo supuse-dijo su
padre-ni siquiera sus padres parecían saber algo
-como están
ellos?-pregunto
-llorando a su hija
muerta...
El plan de su padre para
que los papas de Marian no fueran un problema, había sido hacer pasar por
muerta a su hija...
-es mejor para ellos-dijo
su padre-es mejor tener un cuerpo por el cual llorar a añorar a alguien a la
que nunca volverán a ver...
Andreu asintió...
Uno de los ancianos se paró...
-aun el consejo tiene que
ver a la niña... tenemos que ver en su mente y en su alma si está preparada...
-muy pronto la verán...-dijo el padre de Andreu-Yelena la ayudara a alistarse
-muy pronto la verán...-dijo el padre de Andreu-Yelena la ayudara a alistarse
-Yelena?-dijo Andreu
preocupado-padre recuerda que Marian aun es humana...
-lo se hijo, pero tú también
recuerda que es una de nosotros...
-pero Yelena...
-tu hermana sabe quién es
ella y sabrá controlarse...
Andreu asintió no muy
convencido aun... por más que quisiera no podía objetar más los mandatos de su
padre, así que solo le quedaba esperar que su hermana supiera controlarse...
✙ * ✙
-hola...
Marian se limpió las lágrimas
para poder ver perfectamente a aquella chica que estaba allí...
-tú quién eres?-pregunto
Marian
-eres muy linda...
Aquella muchacha extraña
y pálida se acercó a Marian y se sentó a su lado...
-papa no me dijo que eras
tan hermosa...
-tú también eres muy
bonita-dijo Marian sin saber que más decir
Porque era cierto,
aquella muchacha era muy bonita, rubia y estilizada, debería tener maso menos
su edad...
-me llamo Yelena-dijo la
muchacha sonriendo-y te apruebo!
-me apruebas?-Marian no entendió
a que se refería
-si!... eres perfecta
para ser la esposa de mi hermano
Marian se quedó lela...
-esposa...
Acaso para eso estaba en
aquel lugar... para convertirse en la esposa de alguien que no conocía...
Como llego allí? Y Porque
tenía que casarse?