Caasiopeia 동방신기

31 ago 2019

Pacto de Sangre - ✜ Especial 01 - I Parte✜




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"El Amor "
I Parte

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2000 años atrás – "La primera rebelión de los vampiros"

Después de miles de años en los que los vampiros vivían de manera tranquila, claramente bajo las leyes de dios, pero aquellas leyes no les afectaba en su manera de vivir, sólo les afectaba sobre el hecho de consumir sangre humana a la fuerza.

Los vampiros debían conseguir la sangre donada o esperar que los humanos se los entreguen, un ejemplo claro de esto, eran los clanes Europeos y Asiáticos. Ellos intercambiaban con los humanos dinero y obras por su sangre, donaciones que recibían cada 3 meses, ya que tampoco necesitaban beber de manera diaria.

Dios solo pedía que respetaran la vida de su creación, "los humanos" y el respetaría lo que ellos eran, la creación de su ángel caído.

Pero no todo sería color de rosa, un clan quería su "libertad", no habían encontrado la manera de poder obtener la sangre humana y tampoco le gustaba tener que intercambian fortuna o trabajo para conseguirlo. El clan de Africano, empezaron a cazar humanos y los arcángeles decidieron actuar, pidiéndole ayuda a los clanes, estos debían pelear si querían vivir tranquilos.
Es así cómo empezó la guerra, los clanes de la mano de los arcángeles lucharon no solo en contra del clan africano, que solo no hubiera sido difícil de vencer, sino contra el verdadero rival, los humanos convertidos en vampiros. Se habían creado centenares de estos, haciéndolos un gran ejército contra el cual pelear.

Después de meses de pelea, los renacidos vampiros (humanos convertidos) fueron vencidos, pero aquellos había resultados con muchas bajas, una de ellas fue el clan Moldoveanu, quien perdió varios descendientes y primogénitos del clan.

El clan de áfrica fue castigado, varios fueron asesinados, pero una vez más dios mostró su misericordia y les permitió volver a reconstruirse, aunque le tomó mucho tiempo.

Por su parte los clanes restantes debían también empezar a reconstruir, los años pasaron y la mayoría volvía a tener a misma progenie que antes tenía, pero para los Moldoveanu no fue fácil, al morir la mayoría de descendientes varones, sólo habían quedado Frederick y sus hermanas, los demás eran ancianos, que solo daban al clan sabiduría y esta no les ayudaría a repoblarse, 2 de sus hermanas habían resultado ser estériles, por ende no podía casarse con algún descendiente de algún clan vecino, al menos no si lo que se quería era engendrar hijos, lo que más estaban buscando los clanes en esos momentos.

Fue por eso que el nuevo rey del clan Frederick Moldoveanu se casó con su hermana menor, Corina, con ella engendró 5 hijos, 2 varones y 3 mujeres. Sus hijos se casaron entre ellos para poder mantener el linaje perfecto, ya después de repoblar nuevamente unirían familias con los demás clanes.

Corina falleció cuando la última de sus hijas había nacido.

El mayor de sus hijos, primogénito y heredero del clan se casó con Annya, ellos engendraron a Antón y Rozaliya, el segundo hijo varón, Teodorus se casó con Mariya, ambos engendraron a Andreu y Yelena, la última de sus hijas Anzhelika aún no estaba comprometida, era la consentida de su padre, ya que era el vivo retrato de su madre.

Frederick pensaba mantenerla a su lado, al menos hasta que ella decidiera que debía casarse, le daba libertades que a sus otros hijos les había negado, pero vivían en armonía, cada quien viviendo la vida que le tocaba. Los nietos Moldoveanu habían sido comprometidos, ellos traerán mas vida al clan, justo como los ancianos habían previsto.

Anzhelika ya había alcanzado su edad adulta en cuerpo, aunque solo tuviera 10 años en edad humana, era hermosa y buena, era la más cercana a dios de su familia, admiraba a los humanos y a los arcángeles, su belleza y pureza la deslumbraban.

Justo en aquella época, un arcángel había sido enviado al castillo para entrevistarse con el rey...
Muchos humanos habían decidido convertirse en renacidos después de conocer a los vampiros, ya sea seducidos por su belleza o por el hecho de vivir eternamente, los vampiros no incumplen el pacto si los humanos se entregaban por sí solos, pero lo que Dios había decidido era que, aquel humano que quisiera renacer como vampiro debía mantenerse alejado de los humanos natos y que los clanes los adoptaran como lo que ellos decidan, ya sea sirvientes o guardia. Los Moldoveanu habían sido los primero en obedecer aquella ley.

Cuarto de Anzhelika

La menor del clan estaba sentada frente al espejo de su tocador, una de sus sirvientas le peinaba el cabello.

- Hoy luce muy radiante señorita – le dijo la sirvienta
- De verdad? – pregunto ella mirando su rostro con más detenimiento – no me siento diferente
- Su padre no quiere que se case, pero creo que ya es hora de que empiece a recorrer el mundo
- No lo se, aun no me siento lista
- Pero señorita, usted merece tener su propia familia
- Si es cierto, pero aun no
- Y si se enamora?
- Amor...
- Sus hermanos son muy felices
- Ellos aprendieron a amarse, yo quiero encontrar el amor de verdad, no que me fuercen a uno
- Pues aquí metida no lo va encontrar – la sirviente dejó su cabello – ya esta

Anzhelika vio su la trenza corona que su sirvienta le había hecho.

- Me encanta
- No es difícil hacerla parecer bonita señorita
- Gracias

Se levantó...

- Creo que tienes razón – le tomo la mano – voy a hablar con mi padre, creo que puedo empezar mi ruta
- Bien dicho señorita, pero – dijo un poco nerviosa
- No te preocupes, no le hablaré de nuestra conversación
- Gracias

Anzhelika salió corriendo de su cuarto, caminando hacia el despacho de su padre.

- Señorita – le dijo uno de los guardias

Pero ella ya no pudo escuchar lo que el guardia le hubiera dicho, que su padre estaba ocupado...
Anzhelika abrió la puerta y choco con alguien que venía saliendo, ambos cayeron al suelo, el encima de ella.

- Lo siento – dijo la persona encima de ella

Anzhelika cerró sus ojos por reacción al golpe de su cabeza, el dolor más que dolor, era incomodidad. Ella sintió como el peso desaparecía, pero al instante lo volvió a sentir, la persona le había vuelto a caer encima, se había resbalado al levantarse.

- Está jugando?

Anzhelika abrió sus ojos y vio algo hermoso, unos ojos celestes muy profundos...

- Me resbale – dijo volviendo a levantarse – le pido disculpas

Aquel muchacho estiro su mano y la ayudó a levantarse.

Anzhelika volvió a caerse al suelo cuando tomo su mano, una descarga eléctrica le lastimó la mano.

- Señorita – un guardia la ayudó a levantarse – esta bien?
- Si – dijo ella, aquella descarga si había dolido, podía sentir como su mano ardía, miró hacia aquel muchacho, aquellas alas – Arcángel...

Ambos se quedaron mirando unos segundos, pero podría jurar que se había sentido más tiempo...

- Qué sucede?

Su padre había salido a ver que estaba pasando...

- Te sucede algo? – le pregunto a su hija
- No – dijo rápidamente, escondiendo su mano – venia a saludarte, no sabía que un Arcángel estaba en el castillo
- Tranquila – le dijo su padre – solo está aquí para felicitarnos por lo que venimos haciendo con nuestros renacidos

Anzhelika miro al arcángel y noto que esta la había estado mirando.

- Se quedará unas semanas para hablar con ellos
- Estamos muy bien aquí – dijo uno de los guardias
- Puedo ver – dijo el arcángel – pero solo cumplo los deseos de nuestro señor
- Las decisiones del altísimo – dijo el rey – todo siempre es por algo verdad?

Su hija asintió...

- Iván – le dijo a uno de los guardias – puedes llevarlo a uno de los cuartos de invitados
- Si! – respondió este
- Después hablamos cariño – dijo el rey hablándole a su hija – debo escribir unas cartas
- Si papa...

El rey regresó a su despacho...

- Sígame por favor – dijo el guardia
- Yo puedo llevarlo – dijo Anzhelika

Nuevamente sintió la mirada del ser divino en ella...

- Sí señorita – obedeció el guardia
- Me sigue – le dijo cediéndole el paso
- Si

El camino hacia el ala de los dormitorios fue silencioso...

- Estamos en problemas? – pregunto Anzhelika – la verdad no le creo mucho a mi padre, cuando se trata de problemas siempre esconde lo peor
- No se preocupe, solo he venido a ver a los renacidos, esas son mis órdenes

Anzhelika se detuvo y se puso delante del arcángel...

- Mi nombre es Anzhelika

En ese momento sonrió y aquel arcángel no pudo evitar pensar que era bonita...

- Nuriel – dijo él – mi nombre es Nuriel
- Significa luz de dios
- Y tu nombre significa luz de luna
- Ambos somos luz

Anzhelika sonrió, el arcángel también...

*/*

No muy lejos, en el mismo castillo en otra habitación uno de los ancianos se levantó de golpe...

- Qué sucede? – le pregunto otro de los ancianos levantándose también
- Caos – dijo cerrando los ojos – siento mucho caos

Los años en vampiros son más que vejez, es sabiduría, les otorga talentos y uno de ellos era predecir, más que el futuro, predecir los desastres...

*/*

Anzhelika señalo una puerta...

- Esta será tu habitación
- Gracias – Nuriel tomo el pomo de la puerta
- Podemos hablar mañana?

Aquello lo sorprendió...

- Por mi no hay problema – dijo mirándolo – aunque es extraño
- Porque?
- Los hijos de la noche y los hijos de la luz no son precisamente
- Amigos – le ganó al decirlo – pero quisiera que me hablaras de dios, soy muy curiosa acerca de él
- Bueno, nos vemos mañana entonces

Anzhelika no respondió, solo sonrió y salió corriendo...

Nuriel la siguió con la mirada hasta que desapareciera por los pasillos y luego entro al cuarto que le habían dado. Se apoyó contra la puerta

- Nunca lo había sentido así – dijo tocando su pecho – dios – dijo cerrando sus ojos – guía mi camino y quédate a mi lado

Después de aquello guardó sus alas y decidió que lo mejor era descansar, en el descanso se elevaría y podría encontrar la paz que su mente buscaba en ese instante.

Pero nada volvería a ser igual, al menos no para el...

*/*

Anzhelika entró a su cuarto y fu directamente a su cama, no es que tuviera sueño, la noche para ellos a diferencia de los humanos, era el comienzo de su día, aunque trataban de acomodar eso, ella prefería mirar el cielo lleno de estrellas...

- Señorita – dijo la sirvienta entrando al cuarto – pensé que saldría a cabalgar después de saludar a su padre
- Nina – le dijo, aquel era su nombre – tu que sabes del amor?

La sirvienta se acercó y se sentó a su lado en la cama...

- No mucho señorita
- Ni cuando fuiste humana?
- siempre estuve muy enferma, hasta que conocí a su hermano, el me libero del dolor
Anzhelika suspiro...
- pero he leído mucho acerca de este
- cuéntame

Anzhelika se acomodo en la cama y su sirvienta le contó acerca de os libros que había leído. Pasó su noche escuchando historias de amor imposible, del amor no correspondido, del dolor y la dicha.

Y en todas entendía que era mejor sufrir por amor que no sentirlo, que tan poderoso sentimiento era el amor, para provocar guerras, para provocar la muerte misma, morir por amor, dar la vida por esta...

Y aunque en ese momento no podía saberlo, Anzhelika sería consumida por el amor, el dolor y la venganza...