Caasiopeia 동방신기

19 oct 2014

✜ Pacto de Sangre - Pacto 1 ✜


Кровавый союз - "Pacto de Sangre"



Pacto 1


"Esposa"

Llegaron a las puertas del castillo al anochecer, no se dieron cuenta en que momento exactamente el camino había dejado de ser tan largo, pero ya estaban allí, frente a la enorme puerta, aquella puerta que los separaba de aquel que podía salvar a su hijo...

-yo tocare-dijo el sr. Ferdinand

Su esposa asintió, tratando de recuperar el aire que había perdido para llegar allí...

Cuando el señor Ferdinand estuvo a punto de tocar la puerta, esta se abrió rápidamente, retrocediendo por la sorpresa el señor Ferdinand cayó al suelo siendo socorrido rápidamente por su esposa...

-estas bien?-le pregunto y este no le respondió, su marido tenía clavada la mirada en la persona que estaba para en aquella gran puerta
-sean bienvenidos...

La señora Ferdinand vio al hombre parado allí y no pudo evitar ver fijamente aquella piel pálida, aquella mirada inyectada en sangre...

-señor y señora Ferdinand-dijo aquel hombre pálido-el rey lo estará esperando...

La señora Ferdinand miro a su mirado, necesitaba saber si seguirían con esto, su marido tomo su mano para levantarse y miro a su esposa...

-por nuestro hijo...-dijo el señor Ferdinand

Su esposa asintió y apretando fuertemente sus manos, ambos caminaron hacia la entrada...

Aquel hombre pálido les aterraba pero ya dentro de aquel castillo no podían dar vuelta atrás...

Mientras seguían al hombre, los esposos Ferdinand miraron atentamente el pasillo por donde eran llevados.

Adornos de plata y oro alfombraban cada espacio de aquel lugar, inclusive mientras más avanzaban podían ver cómo había más hombres como aquel pálido flacucho que los guiaba...

La señora Ferdinand pensó que alguna enfermedad rara los había atacado, después de todo, las epidemias estaban de moda...

-hemos llegado...-anuncio el hombre pálido

Estaban frente a una puerta de plata, en medio de ella había una rosa y una cruz cruzada, no podía entender que significado podía tener...

-pasen...

El pálido hombre señalo la puerta, la cual empezó a abrirse sola, la señora Ferdinand pudo sentir aún más fuerte el agarre de su mano, lo que significaba que su marido estaba igual de nervioso que ella...

Respirando profundamente la señora fue la primera en dar un paso adelante, seguida al instante por su marido...

Una última mirada hacia al hombre pálido que no había dejado de sonreír y después entraron totalmente a aquella por decirlo así  "oficina"...

No había nadie allí...

Buscaron con la mirada pero no encontraron a nadie, aquella oficina, estaba repleta de libros y adornos de oro y de plata que de seguro valían una fortuna...

-disculpen la tardanza...

Los esposos voltearon rápidamente al escuchar aquella voz a sus espaldas...

Decir que aquella manera de "presentarse" no los había asustado seria mentir...

El hombre parado tras ellos sonrió y camino hasta su escritorio, al llegar allí se sentó en su silla...

Aquel señor tenía un aire de superioridad que se notaba a kilómetros, su presencia era imponente y ellos no podían negarlo, lo que tampoco podían negar era que si aquel pálido hombre los había asustado, aquel hombre sentado frente a ellos; pálido también; los aterraba...

Nadie hablo por segundos que parecieron horas, solo se observaron los unos a los otros...

-Albert y Catrina Ferdinand...

El hombre de imponente superioridad hablo primero,  haciendo que su sola voz estremeciera a la pareja...

-han venido a mí con una petición...-dijo el hombre-no es verdad?

Era tiempo de que ellos tomaran la palabra...

-buenas noches-le saludo primero el señor Ferdinand aclarándose la garganta-aquello que dice, es cierto... venimos a pedirle un favor...
-favor?-el hombre pálido sonrió de manera sarcástica-yo no hago favores...
-le pagaremos cuanto desee-dijo la señora Ferdinand
-mi querida señora...-dijo el hombre parándose de su asiento y caminando hacia ellos-después de haber observado mi casa, cree usted que yo necesito dinero?

La señora Ferdinand no respondió, ya que la respuesta era obvia...

-la vida de nuestro hijo peligra...-dijo el señor Ferdinand-le daremos lo que usted desee, cualquier cosa!

El hombre volvió a su asiento, noto claramente la determinación en las palabras de aquel padre desesperado...

-déjenme presentarme primero..-dijo el hombre sin levantarse- mi nombre es Frederick Moldoveanu Von Stoico...

Aquel hombre se paró sin moverse del lugar donde estaba...

-y salvare la vida de su hijo...

Los Ferdinand sintieron alivio por primera vez en mucho tiempo...

-pero...-dijo el hombre-naturalmente quiero algo a cambio...
-lo que sea...-dijo el señor Ferdinand sonriendo de felicidad
-la primera mujer de su familia...

La sonrisa se borró del rostro del señor Ferdinand al no entender aquello que aquel hombre decía...

-no entiendo bien...
-está más que claro-dijo Frederick-ustedes no tienen ninguna hija mujer así que me entregaran a la primera hija mujer descendiente de su hijo...

Los esposo Ferdinand empalidecieron...
-me dan lo que les pido o su hijo morirá... claramente si entienden lo que les estoy diciendo, no tienen opción...

Los Ferdinand aún estaban asimilando lo que aquel hombre les había dicho...

De verdad no tenían opción?

Para salvar a un hijo... entregarían a una hija?


Marian despertó de lo que al parecer había sido un sueño placentero mitad pesadilla...

Había estado a punto de tomar la mano de Tomas para bailar con el cuando de pronto las puertas del salón donde se celebraba su fiesta se habían abierto...

Una docena de hombres maso menos, ya que no lo recordaba muy bien, entraron sin permiso...

Marian no pudo distinguirlos a todos, solo noto lo similares que eran, ya que todos tenía la piel pálida...

Pero había un muchacho allí en medio de todos ellos, un muchacho muy guapo, él se había acercado a ella y había tomado su mano, por esos segundos en los que sintió su mano sosteniendo la suya, Marian olvido a Tomas, olvido a sus padres y a todos allí...

Solo pudo ver aquellos ojos verdes y sentir que los conocía... como en algunos de sus sueños, como si alguna vez la hubieran observado de lejos y ella no lo recordara nítidamente...

Aquel muchacho había tomado su mano y haciéndola girar la había pegado al para empezar a bailar...

La música era lenta como a ella le encantaba, la mezcla de piano y violín que tanto adoraba...

Marian se había prendido de su mirada al igual que aquel chico de ella... ni él ni ella cesaban de mirarse a los ojos, no había recato alguno ya que era la mejor manera para conocerse...

Pero algo había pasado cuando las campanas de la medianoche había sonado anunciando que ahora si era su cumpleaños número 15...

Aquel chico había cesado de bailar y sonriendo se había acercado a ella y la había besado en los labios...

Un corto beso el cual la había hecho desvanecerse en sus brazos...

Marian hubiera querido darle una cachetada por robarle su primer beso de aquella manera, pero desmayada no podía hacer más...

Pero acaso todo eso había sido un sueño?

Marian se tallo los ojos y se levantó de lo que parecía ser una gran cama, aún tenía su vestido de fiesta, así que no había sido un sueño...

-mama...

Marian observo el cuarto donde estaba, era enorme y jamás lo había visto en su vida...

-papi...

Era inútil estaba sola en aquel cuarto...

-papa!!-grito Marian-mama!!!

Camino hasta la puerta para salir de allí, pero esta estaba cerrada con llave, empezó a golpearla muy asustada aun llamando a gritos a sus padre...

-alguien sáqueme de aquí!-grito a borde del llanto-por favor!!

Las lágrimas salieron solas mientras  ella seguía golpeando aquella puerta con las últimas fuerzas que le quedaban...

-dentro de unas horas podrás salir...

Marian giro hacia donde el sonido de aquella voz había provenido...

Sentado en la cama en la que ella había estado recostada hace unos minutos, estaba el... el mismo chico que la había sacado a bailar y el que la había besado...

-quien eres tú?!!-grito Marian-dónde estoy?!, que hago aquí?!

Marian se apegó más a la puerta temiendo a lo que ese muchacho podría hacerle...

-muchas preguntas...-dijo el-así que responderé una por una

El muchacho se levantó de la cama y se acercó a Marian...

-no te me acerques!-grito ella parándose y huyendo de el...
-no temas... no te hare daño...

Y allí estaba otra vez aquella mirada... aquellos ojos verdes brillaban y le impedían reaccionar... Marian se quedó quieta, el muchacho se quedó a un metro de ella para no asustarla más...

-me llamo Andreu Moldoveanu Von Stoico ...-se presentó-está en la casa de mi familia y por qué estás aquí... de verdad no lo sabes?
-claro que no!-dijo Marian-si lo supiera no te lo habría preguntado
-entonces es mejor que aquello te lo diga mi padre...
-porque no puedes decírmelo tú!-dijo Marian menos asustada que antes
-podría decírtelo-dijo Andreu-pero es mejor que lo haga el...
-ayúdame a salir de aquí!...

Marian se acercó a él y tomo sus manos...

-por favor-dijo ella arrodillándose sin soltar su mano-te lo suplico, tengo mucho miedo...-Marian estaba llorando-quiero volver con mi padre, con mi madre y mi hermano... por favor ayúdame a salir de aquí!

Andreu se arrodillo junto a ella, verla llorar le dolía de una manera que nadie podía entender... después de todo los hijos de la oscuridad no tenían sentimientos, aunque la verdad era claramente otra...

Marian sintió como Andreu la rodeaba en un abrazo, su tacto era frio pero no le afectaba en lo absoluto, aquel abrazo la reconfortaba mucho...

-lo siento...-dijo Andreu-no puedo ayudarte...

Marian se separó de el...

-lo siento-volvió a repetir Andreu

Marian se levantó y corrió a la cama tirándose en ella a seguir llorando...

Es que acaso nadie podía ayudarla, no sabía porque la habían alejado de su familia y porque motivo estaba allí...

Andreu no pudo seguir escuchándola llorar y salió de allí de la misma manera en la que había entrado...

Marian sintió como una aire sacudió sus cabellos y alzo la mirada buscando a Andreu, pero el ya no estaba...

-a dónde fue?

Marian se sentó en su cama preguntándose cómo era que había salido... salió de la cama y volvió a la puerta, pero fue en vano ya que la puerta seguía cerrada con llave...

Marian volvió a su cama a llorar...

Que más podía hacer?

*

Andreu camino hacia el salón de reuniones con solo algo en su mente... Marian...

Ella no lo recordaba, pero esta no era la primera vez que se veían...

Andreu vio a Marian por primera vez cuando ella recién había nacido...

-adelante...

Escucho la voz de su padre al otro lado de la puerta, así que entro...

Allí estaban los ancianos sentados cada uno en sus asientos...

-ven a mi lado hijo mío...

Andreu obedeció a su padre colocándose a su lado...

-hablaste con ella?-le pregunto su padre
-si...-dijo Andreu-ella no sabe nada
-lo supuse-dijo su padre-ni siquiera sus padres parecían saber algo
-como están ellos?-pregunto
-llorando a su hija muerta...

El plan de su padre para que los papas de Marian no fueran un problema, había sido hacer pasar por muerta a su hija...

-es mejor para ellos-dijo su padre-es mejor tener un cuerpo por el cual llorar a añorar a alguien a la que nunca volverán a ver...

Andreu asintió...

Uno de los ancianos se paró...

-aun el consejo tiene que ver a la niña... tenemos que ver en su mente y en su alma si está preparada...
-muy pronto la verán...-dijo el padre de Andreu-Yelena la ayudara a alistarse
-Yelena?-dijo Andreu preocupado-padre recuerda que Marian aun es humana...
-lo se hijo, pero tú también recuerda que es una de nosotros...
-pero Yelena...
-tu hermana sabe quién es ella y sabrá controlarse...

Andreu asintió no muy convencido aun... por más que quisiera no podía objetar más los mandatos de su padre, así que solo le quedaba esperar que su hermana supiera controlarse...

*

-hola...

Marian se limpió las lágrimas para poder ver perfectamente a aquella chica que estaba allí...

-tú quién eres?-pregunto Marian
-eres muy linda...

Aquella muchacha extraña y pálida se acercó a Marian y se sentó a su lado...

-papa no me dijo que eras tan hermosa...
-tú también eres muy bonita-dijo Marian sin saber que más decir

Porque era cierto, aquella muchacha era muy bonita, rubia y estilizada, debería tener maso menos su edad...

-me llamo Yelena-dijo la muchacha sonriendo-y te apruebo!
-me apruebas?-Marian no entendió a que se refería
-si!... eres perfecta para ser la esposa de mi hermano

Marian se quedó lela...

-esposa...

Acaso para eso estaba en aquel lugar... para convertirse en la esposa de alguien que no conocía...


Como llego allí? Y Porque tenía que casarse?

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