Caasiopeia 동방신기

31 ago 2020

二 (02)


Pintura que Zhan y Yibo estaban observando, su nombre es: "Melodía"

Pintura que Zhan y Yibo estaban observando, su nombre es: "Melodía"

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(02)

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Nacer como el segundo hijo del emperador suponía una vida más tranquila, comparada con ser el heredero del imperio, pero Wangi supo desde siempre que ese sería su destino.

Al nacer, un eclipse lo había acompañado, cumpliéndose así una de las muchas profecías acerca del nacimiento del elegido, el futuro emperador que traería la gloria a China, así como la paz eterna.

Su padre había muerto ya hace un mes, el solo tenía 18 años y ahora se preparaba para la fiesta de ascensión al trono. No estaba feliz, no deseaba tanta responsabilidad, aunque siempre hubiera sido el mejor en todo lo que había hecho, el no deseaba ese puesto.

Wangi solo quería sentarse en una colina y sentir el aire mientras tocaba el guqin.

Justo ahora se encontraba en una colina, pero no traía su instrumento, se había alejado todo lo que pudo del palacio, en unas horas empezaría la celebración, solo necesitaba un poco más tiempo para estar solo, aunque después de este día, aunque este rodeado de mucha gente, estaría más solo que nunca.

Wangi no era muy en expresar sus sentimientos en su rostro, pero si pudiera justo ahora quería llorar.

♪♩♪♩♪♩ (Sonido de una flauta)

Wangi sintió como aquel sonido atravesaba su pecho…

Siempre había pensado que el sonido más hermoso provenía del guqin, pero ahora, ahora se encontraba caminando hacia donde ese sonido provenía. Era como si una fuerza lo jalara, como un imán…

Camino paso a paso, siguiendo el sonido de la flauta, dejándose envolver, estaba tan sumergido en aquellas nuevas sensaciones que no se daba cuenta que una pequeña mancha estaba a punto de tapar el sol.

Un eclipse se estaba formando.

Wangi siguió su camino ignorando todo a su alrededor, hasta que llego a un lago, no era muy grande, pero tenía un tamaño perfecto si uno quisiera nadar o solo dejarse envolver por el agua, también tenía una pequeña cascada, aunque si hubiera mirado más de una vez, se preguntaría de dónde provenía el agua que caía y hacia donde se dirigía, esas eran preguntas que hubiera buscado responder de cualquier manera. Pero ahora no se concentraba en aquello, sino la figura que estaba parada justo al lado de la cascada…

En ese momento todo se oscureció…

El sonido de la flauta se detuvo y Wangi miro hacia al cielo, viendo el eclipse tapar el sol, unos segundos después la luz empezó a volver, Wangi miro nuevamente al centro y vio al intérprete de aquel tan hermoso sonido, parado allí frente a él estaba su destino y lo acaba de encontrar.

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-          Si te vas a quedar embobado por cada pintura que mires, esto nos va a tomar más tiempo de lo normal

A Zhuocheng no le molestaba esas manías de su mejor amigo, pero si le extrañaba la manera en como miraba cada pintura, una mezcla de nostalgia y añoranza cubrían su mirada y parecía que lo lastimaban.

-          Zhan – le llamo – estas bien?

Una lagrima había corrido por el rostro de su mejor amigo y al parecer él no se había dado cuenta.

-          ¿Estas llorando – le dijo – por qué?

Xiao Zhan limpio la lagrima y sonrió.

-          No tengo ni la menor idea – respondió dejando caer su mochila al suelo

Y era verdad, no sabía porque aquella lagrima había escapado de sus ojos. Nuevamente la nostalgia lo había invadido.

-          Creo que la historia de amor del emperador me toco mucho
-          Eso te pasa por ser extra sentimental
-          Lo siento – se avergonzó su amigo – pero cada cuadro que hemos visto siento
-          Que te cuentan una historia – le gano en decir – escuchas una melodía

Zhan rio…

-          Creo que he repetido esas frases muchas veces en todo el día, ¿no?
-          Por cada cuadro que vimos, ahora vámonos en un rato nos van a dar una hora libre y quiero ir a almorzar

Zhan asintió y camino junto a su amigo…

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-          La nueva escuela te gustara…

Yibo estaba caminando junto a su madre, estaban en la parte del museo que exhibía los grande adornos y cerámicas del imperio, pero Yibo solo quería volver a la sección de las pinturas, necesitaba volver y lo peor es que no entendía porque le surgía esa gran necesidad.

-          ¿Te encuentras bien?  – le pregunta la señora a su lado
-          Si madre, estoy bien

Miro a su hijo y vio en su rostro la misma expresión de siempre, nunca había podido leer su rostro, jamás sabia como realmente se sentía, su esposo era el único que podía leer sus miradas, sus gestos, hasta las palabras que no decía.

-          que te pareció la casa?
-          Es bonita
-          He mandado a traer tus instrumentos de Japón, creo que podemos acomodarlos en el cuarto que tienes al lado
-          Está bien
-          Me dirás si te sientes incomodo o te molesta algo, ¿verdad?

Yibo asintió, pero no es que no quisiera expresarse, solo no podía, por más que a veces se sintiera abatido y con mucha tristeza, sobre todo cuando recordaba a su padre, no podía expresarse, a veces pensaba que era su maldición.

Yibo giro la cabeza al sentir una especie de presencia, cuando giro no había nadie, bueno estaban los demás visitantes, pero el sintió como si la persona que buscaba no se encontrara allí y otra vez sintió un llamado como una especie de cuerda que tiraba de él.

-          Madre… - dijo Yibo
-          Dime
-          Puedo ir a ver las pinturas
-          ¿Las pinturas?, no las vimos todas ya?
-          No, aún faltaban algunas, ¿puedo?
-          ¿Quieres que vayamos juntos?
-          No se preocupe – le dijo – será rápido

Yibo sabía que su madre necesitaba ver las esculturas y las cerámicas, después de todo su trabajo era ser restauradora, así que después de medio sonreírle fue hacia la sala de pinturas.

Miro una a una las pinturas, tomándose su tiempo para admirarlas, eran hermosas, cada una contaba una historia, su madre le había contado, que varias pinturas habían sido hechas por el mismo emperador, algunas mandadas a hacer por su hermano y con el pasar del tiempo algunas pinturas habían llegado de mano de grandes pintores, que se habían enamorado de la historia de amor eterno de aquel emperador.

Justo ahora se encontraba frente a una pintura que el mismo emperador había pintado…

Cuando la miro sintió como su respiración se detenía, la pintura mostraba el bosquejo de una persona, alguien parado en medio de la nada, con una flauta en la mano.

Acaso estaba loco, podría jurar que escuchaba el sonido de aquella flauta, una melodía triste y alegre a la vez, una melodía que le llenaba de alegría el corazón, pero a la vez lo ponía al borde del llanto…

-          Mi nombre es Weiying…

Yibo giro al escuchar aquella voz…

-          Lo siento…

Un muchacho se había agachado a recoger algo que estaba en el suelo, pero cuando sus miradas chocaron, ambos se quedaron paralizados…

El sonido de la flauta los invadió y sintieron como las luces a su alrededor se apagaban, solo dejándolos a ellos, ellos eran el brillo que alumbraban, se iluminaban el uno al otro.

Yibo sintió como su corazón se partía y no de dolor…

No podía explicarlo…

Aquel muchacho, aquel muchacho frente a él…

-          Mi nombre es Weiying…

Acaso era el destino….

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