Caasiopeia 동방신기

31 ago 2020

额外 (三) / Extra 03


Nombre de la Pintura: "Lǐngdài" (領帶/Lazo)

Nombre de la Pintura: "Lǐngdài" (領帶/Lazo)

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额外 () / Extra 03

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El dulce aroma del loto
(Xicheng)

El aroma del amanecer había traído un nuevo día.

Jiang Cheng se había levantado muy temprano con las intenciones de irse, después de descansar toda la noche su energía se había restablecido casi por completo. Al despertar pensó que podía escabullirse y no ser notado por el hombre que lo había salvado, quizás sería algo grosero hacerlo, pero después de todo lo que le había pasado a su familia, “confiar” ya no era una opción. Quiso levantarse y noto que algo cubría su cuerpo, era un abrigo blanco con franjas azules en los bordes, definitivamente no era suyo, era hora irse, miro hacia todos lados y grande fue su sorpresa al ver que su salvador ya estaba despierto, justo ahora meditaba, tenía las piernas cruzadas y las manos apoyadas en sus rodillas. Jiang Cheng se dio permiso para observarlo mejor.

A grandes rasgos podría decirse que era un hombre apuesto, llevaba una túnica blanca, un adorno en su cabello evitaba que este callera totalmente suelto, una cinta blanca unos patrones de nubes rodeaba su frente, aquella vestimenta, él había escuchado sobre el clan que poseía ese tipo de vestimentas, lastimosamente no parecía recordarlo ahora.

-          Buenos días…

Jiang Cheng estaba tan ensimismado mirando la cinta del hombre, que no se dio cuenta que este había abierto los ojos, justo ahora lo miraba con una sonrisa en los ojos.

-          Buenos días – respondió Jiang Cheng
-          ¿Tienes hambre?  – le pregunto
-           Sí, pero me tocara esperar hasta llegar a mi casa, gracias por tu ayuda – se levantó recogiendo con el abrigo que lo había cubierto del frio – gracias – se lo extendió a su acompañante
-          Tengo comida en mi bolso – dijo tomando el abrigo – porque no comemos algo antes de partir
-          No gracias, espera… - Jiang Cheng había escuchado bien – antes de partir dijiste, ¿o sea nosotros dos?  – por si no había entendido, Jiang Cheng lo señalo y luego se señaló el mismo
-          Pensé que esos hombres podrían estar buscándote, no estaré tranquilo hasta que te deje en tu casa
-          Mira, te agradezco en serio todo lo que hiciste por mí y en mi próxima vida si nos encontramos te salvare la vida también

Aquello genero una sonrisa en Lan Huan…

-          Pero ya me siento mejor, creo que puedo montar mi espada perfectamente
-          ¿Eres cultivador?

Jiang Cheng había metido la pata, él no tenía que andar pregonando su estatus.

-          No te preocupes, cuando te cargue pude sentir tu núcleo dorado
Jiang Cheng sintió sus mejillas calentarse, recordaba muy bien ese momento y le molestaba mucho, él no era una doncella para que lo anduvieran cargando de esa manera.

-          Estaba muy lastimado – siguió hablando – sería mejor que lo cuidaras
-          Tú también eres cultivador, ¿verdad?

Lan Huan no podía decirle quien era, ya que su rango estaba muy por encima de un simple cultivador de energía, el pertenecía a la dinastía Lan, la nobleza inmortal.

-          Si – tuvo que mentirle
-          Tus ropas – dijo Jiang Cheng – creo que mi madre me hablo en algún momento de estas, a que clan perteneces
-          Soy un aprendiz de la secta Gusu Lan

Aquello dejo en shock a Jiang Cheng.

-          Entonces sirves al imperio…
-          Lo hacía, ahora soy algo así como un cultivador errante
-          Supongo que varios desertaron después de la muerte del emperador

Todos habían oído de la tragedia en el palacio, pero el suicidio de emperador y la muerte de todo el consejo, había sido cubierto, él se había encargado de decir que una tragedia había ocurrido ese día, ocasionado la muerte del emperador y su consejo, así como varios nobles que habían sido invitados aquel día al palacio.

-          El nuevo emperador es una persona sensata…

Lan Huan estaba seguro de aquello, después de todo él se había encargado de ponerlo en el trono, hasta ahí terminaba su trabajo con el imperio, ahora tenía un trabajo más importante, recordó una vez más a su hermano y sin darse cuenta su mano fue hasta su cintura, donde estaba la piedra, aquella piedra le ayudaría a enmendar su error.

-          Yo pertenezco al clan Yunmeng Jiang – dijo sentándose otra vez en el suelo justo frente a Lan Huan

Lan Huan conocía aquella secta, jamás se había presentado ante ella, pero la conocía muy bien, la flor de loto los representaba, al igual que el color morado y aquello podía verlo en las túnicas del joven frente suyo.

Por su parte Jiang Cheng había empezado a sentir un poco más de confianza al escuchar de que secta pertenecía Lan Huan, después de todo la secta Gusu Lan eran muy estrictas y tenían más de 3000 reglas, una de ellas era “no mentir”.

-          ¿Aceptaras que te acompañe entonces?  – pregunto Lan Huan entregándole una bolsa de papel
-          Si – dijo recibiendo la bolsa – gracias

Lan Huan volvió a sonreír y Jiang Cheng pensó que ese chico amaba sonreír, por eso lo hacía a menudo, no sabía que en el fondo Lan Huan tenía una pena muy grande y si aún sonreía era porque tenía la esperanza arreglar aquello.

*/*

Después de comer, había llegado el momento para irse, Lan Huan quiso ayudar a subir a Jiang Cheng al caballo.

-          ¿No podemos caminar?  – dijo el muchacho de túnicas moradas
-          *Hubei está muy lejos
-          Ya sé, pero…

La realidad era que no quería estar en ese caballo con Lan Huan, el día anterior había sido muy incómodo y eso que habían estado huyendo, pero ahora estaban tranquilos, podían ir despacio, lo que significaría estar demasiado pegado a él.

-          Prometo no hablarte, si eso es lo que te molesta
-          No es eso – Jiang Cheng sentía sus mejillas arder nuevamente – ya no importa, ayúdame a subir

Lan Huan volvió a sonreír, era extraño como aquel jovencito formaba sonrisas constantes en su rostro. Obedeciendo a Jiang Cheng, Lan Huan lo tomo de las caderas y lo puso en el caballo. Jiang Cheng no sabía si a estas alturas aquel joven ya había visto lo roja que debía estar su cara, pero si se dio cuenta o no, Lan Huan no menciono nada al respecto.

Después de subirlo acomodo su bolso en el lomo del caballo y subió a este, colocándose delante de Jiang Cheng, sabia lo incomodo que había sido el viaje la noche anterior, porque para él también había sido incomodo, por eso quería aligerar aquel momento para su compañero. Jiang Cheng agradeció en sus adentros aquel detalle, no solo por la incomodidad, sino que su rostro parecía no darle tregua y aun lo sentía en llamas y lo menso que quería en ese momento era ser observado.

Cuando la cabalgata comenzó Jiang Cheng sintió que su cuerpo se echaba para atrás por el impulso que había tomado el caballo, así que automáticamente y sin pensarlo enredo sus manos por la cintura de Lan Huan.

Lan Huan sintió un vuelco en su pecho cuando sintió los brazos de Jiang Cheng aferrarse a su cintura.

-          Lo siento – dijo sin soltarse – pero tengo miedo a caer
-          No te preocupes…

El camino de vuelta fue muy incómodo para ambos y esta vez no era por la posición, sino por lo que este tipo de cercanía y roce estaba produciendo en su interior.

Jiang Cheng había estado divagando en el aroma de Lan Huan, un olor a lavanda, había estado tan concentrado en inhalar su aroma, que había reposado su cabeza en la espalda de este. Y no había sido el único, Lan Huan también podía sentir el aroma de loto que el muchacho desprendía.

Tan embriagante, tan dulce…

Que era lo que le estaba pasando con ese muchacho.

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Llegaron a Hubei ya entrada la noche, solo se habían detenido en una posada para almorzar, habían tratado de hablar lo menos posible, ambos estaban muy confundidos y lo menos que necesitaban en ese momento era compartir palabras y miradas.

Al llegar a la entrada de Hubei, Jiang Cheng le había pedido que lo ayudara a bajar del caballo. Quería mirar su ciudad, amaba aquel lugar.

Lan Huan vio la mirada de orgullo y añoranza en el rostro de Jiang Cheng, tan hermosa mirada que no pudo despegar sus ojos de su rostro, un hermoso rostro, su cabello caía un poco por su cara, ya que no había tenido tiempo de volver a peinarse.

-          ¡Joven amante!!

Ambos giraron hacia aquella voz, una mujer de al menos unos 40 años se acercó corriendo a ellos, su vestimenta también era morada, pero a diferencia de la túnica de Jiang Cheng que tenía un morado fuerte, el morado de sus prendas era más bajo, mas pálido, de su cintura colgaba un adorno con una flor de loto.

-          Nana, ¡no me digas así!

La señora abrazo al muchacho, empezando a sollozar.

-          Pensamos que nunca lo volveríamos a ver…
-          Tranquila nana, aquí estoy – Jiang Cheng le estaba devolviendo el abrazo
-          Su padre ha mandado varias guardias a buscarlo – la mujer lo soltó – su madre casi asesina con *zidian a sus oficiales
-          No es su culpa que nos emboscaran, la llamada de auxilio había sido una trampa
-          Pero lo bueno es que usted está aquí mi joven amante…
-          ¡Nana!

Lan Huan estaba pendiente de cada movimiento, la nana de los Jiang no lo había notado.

-          Con tu permiso – dijo Lan Huan llamando la atención de Jiang Cheng – creo que llego el momento de irme

La nana lo miro de pies a cabeza…

-          Si – dijo Jiang Cheng sonando algo triste, algo que no paso desapercibido para la mujer que lo había criado
-          Joven – dijo la señora – me presento, soy la sirvienta principal del clan Yunmeng Jiang
-          Mi nombre es Lan Huan, aprendiz de la secta Gusu Lan
-          Gusu Lan? – aquello era maravilloso pensó la nana
-          Gracias a él, estoy vivo Nana – dijo Jiang Cheng sonriéndole

Por primera vez Lan Huan vio la sonrisa del muchacho de morado, no podía negar que era muy hermosa, podría acostumbrarse a esta.

-          Entonces no puede irse – dijo la nana – los amos Jiang jamás me perdonarían que dejara ir al salvador de la joven amante…
-          ¡Nana!! – Jiang Cheng dio un pequeño grito, pero al ver la cara de su nana suavizo sus palabras – no me digas así, por favor
-          Está bien heredero de la secta Jiang

Prefería que lo llamara de esa manera, a que lo siga llamando joven amante.

-          Como decía, por favor joven Lan, acepte ser nuestro invitado, al menos por esta noche, la secta Yunmeng Jiang está en deuda con usted

Lan Huan miro a Jiang Cheng y este evitaba su mirada al mismo tiempo que un sonrojo volvía a cubrir sus mejillas, no era que no lo había visto antes, solo que no había querido tocar el tema, estaba seguro que si lo hacia el muchacho sentiría mucha vergüenza.

Alguien que también noto el sonrojo de Jiang Cheng fue su nana.

-          Muchas gracias – dijo Lan Huan
-          Muy bien, ¡vamos a la mansión!

La nana automáticamente cruzo el brazo con Jiang Cheng mientras guiaban el camino a la mansión Jiang Cheng.

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La mansión no estaba lejos del pueblo, se encontraba una colina arriba de donde acababa el pueblo de Hubei, al llegar Lan Huan vio una entrada enorme y en la parte arriba un loto con el nombre de “Lotus Pier” en medio.

Unos guardias vigilaban la entrada, los cuales cuando vieron a Jiang Cheng entraron corriendo adentro de la mansión, Lan Huan suponía que era para dar aviso.

“Lotus Pier” era hermoso, al entrar lo primero que te recibía era una entrada cubierta de flores, a un lado de este, un lago enorme, el cual al parecer rodeaba la mansión.

-          ¡A Cheng!!!

Una muchacha venia corriendo hacia ellos, al acercarse pudo notar cierto parecido con Jiang Cheng, aunque la muchacha tenía los ojos hinchados, al parecer por tanto llorar. Cuando estuvo frente a ellos se lanzó a los brazos de Jiang Cheng el cual la abrazo con el mismo entusiasmo.

Aquella escena parecía tan íntima que Lan Huan decidió no mirar, aunque le genero cierta incomodidad, una incomodidad que no podía explicar.

-          *Jiě! – dijo Jiang Cheng mientras la soltaba para volver a abrazarla

Lan Huan esta vez sí miro, ya que aquella muchacha era la hermana de Jiang Cheng.

Detrás de ella empezaron a aparecer más gente, en medio dos personas con el mismo tono morados en sus túnicas, Lan Huan estaba seguro que eran los líderes del clan.

-          Hijo…

Ahora fue el turno del abrazo del padre, la madre sin en cambio lo miro detenidamente por varios segundos antes de abrazarlo muy fuerte, susurrando “si esos malditos Wen te hacían algo, habría quemado sus cuerpos hasta volverlos cenizas”.

Definitivamente la señora Jiang era de armas tomar.

-          Mi señor, mi señora – dijo la nana – les presento al joven Lan Huan, aprendiz de la secta Gusu Lan
-          Gusu Lan? – la señora Jiang lo miro detenidamente
-          El joven Lan ayudo a nuestro heredero allegar a salvo aquí, sin él no estaría aquí

Si era cierto, pero Jiang Cheng notaba como su Nana ponía énfasis en todo lo que decía.

-          Mi secta está en deuda con usted de por vida joven Lan – dijo el líder – mi nombre Jiang FengMian, líder de la secta Yunmeng Jiang

Una reverencia por parte de ambos.

-          Solo hice lo que debía mi estimado señor – dijo Lan Huan
-          Pero haciendo eso ha devuelto la paz a mi familia – dijo la señora haciendo una reverencia también – Mi nombre es Yu Ziyuan

Todos los presentes excepto Lan Huan se sorprendieron, la Dama Yu no era de dar gracias y mucho reverenciar a nadie, no era una mala persona, pero como siempre decía, “su respeto debía ganarse, no imponerse”, así que Lan Huan se había ganado su respeto.

-          Dania – dijo la dama Yu refiriéndose a su sirvienta – manda a preparar una invitación para nuestro invitado
-          Si mi señora – la sirvienta entro a la mansión
-          Por ahora pasemos adentro – dijo el líder – hemos mandado a preparar una cena para celebrar el regreso de nuestro hijo

La muchacha que en teoría era hermana de Jiang Cheng no había soltado su brazo cuando hubieron entrado a la mansión, ya dentro FengMian los guio al salón.

*/*

Estuvieron conversando un momento, hasta que le dijeron a Lan Huan que su habitación estaba lista, inclusive habían preparado una tina con agua caliente para que se aseara. Así que despidiéndose siguió a la sirvienta hasta su cuarto.

-          Jamás había visto alguien de la secta Gusu Lan – dijo la muchacha

Jiang Cheng también había sido mandado a cuarto para que se aseara antes de la cena.

-          La secta Lan – dijo Jiang FengMian – son como monjes en claustro, solo sirven al emperador y su familia
-          Yanli – dijo la dama Yu – sería una buena idea si podemos concretar un matrimonio con ese muchacho, ¿qué opinas?
-          Madre – la muchacha cambio sus sonrisas por un semblante triste
-          Mi señora – dijo FengMian – recuerda que el joven Jin pidió permiso para cortejar a nuestra hija
-          Lo sé, pero un Lan…
-          Madre, por favor…
-          Tranquila, jamás te obligaría a casarte, era solo una idea que rondaba por mi cabeza, no tienes que aceptarla si no quieres
-          Gracias madre, voy a ver si a Cheng ya está listo

Yanli salió de manera tranquila del salón, dejando a sus padres.

-          Dime si me equivoco, pero una unión entre las sectas Lan y Jiang serian un gran honor – dijo la dama Yu
-          Lo serian – concordó su esposo – pero no tenemos a quien ofrecerles, a menos de que tengamos otra hija

La dama Yu se sonrojo al mismo tiempo que apretaba el anillo que tenía en la mano izquierda y de este salían unos rayos.

Su marido sonrió ante aquello, le encantaba molestar a su esposa, a pesar de los años que llevaban de matrimonio, FengMian aun adoraba verla sonrojar o enojarse.

Jiang Cheng tenía el mismo carácter, ambos como un conejo lindo algo malhumorado.

*/*

Yanli toco la puerta del cuarto de su hermana y entro cuando este la invitara a pasar.

-          ¿Estás listo?  – le pregunto al verlo amarrar la trenza que llevaba a cada extremo de su cabello
-          Si – respondió este
-          Estoy feliz que estés de vuelta, todos pensamos lo peor
-          Yo también – dijo Jiang Cheng – pero lo importante es que estoy aquí
-          Si – acaricio la mejilla de su hermano menor – gracias ese muchacho
-          Si

Jiang Cheng sonrió y su hermana lo noto, ya que su hermano no sonreía a menudo, menos cuando hablaba de otra persona, por lo general solo ella y su nana lo hacia sonreír, pero ahora parecía sonreír por la sola mención de aquel muchacho.

-          Sabes – dijo Yanli – mama menciono que sería un gran honor concretar una unión con la secta Lan
-          ¿Unión?  – a que se refería con eso
-          Matrimonio, me pregunto qué opinaba acerca de casarme con el joven Lan Huan
-          Casarte…

La expresión de Jiang Cheng cambio totalmente, incluso su hermana no pudo leerlo, ¿acaso estaba triste?, o enojado?

-          ¿Qué te parece la idea?  – le pregunto
-          ¡No deberías casarte a la fuerza!
-          Jamás lo haría
-          Estas pensando en casarte con…

Yanli no quería hacer sufrir a su hermano, porque podía ver en su mirada algo parecido al dolor.

-          No – respondió rotundamente – primero porque Zixuan existe y sabes que es la persona que amo y segundo…

Yanli miro a su hermano unos segundos.

-          Jamás lastimaría a mi hermano…

Yanli sonrió y salió de su cuarto.

Jiang Cheng se quedó confundido, que era lo que su hermana había tratado de insinuar, con lastimarlo?

La persona con la que ella elija casarse no le causaría dolor, bueno si la extrañaría cuando se fuera, después de todo es su hermana mayor, pero estaba seguro que no era eso a lo que ella se refería.

Acaso estaba insinuando que…

-          Tonterías – dijo Jiang Cheng tratando de olvidar aquellos pensamientos

Jiang Cheng salió de su cuarto e iba ir al comedor, pero el aroma lavanda lo invadió, como si hubiera estado poseído camino en dirección hacia donde el aroma lo guiaba.

Cuando se dio cuenta de lo que hacía se detuvo frente a una puerta, estaba seguro que aquel era un cuarto que se preparaba para los invitados, también estaba seguro que Lan Huan estaba allí, debía irse, no día estar allí.

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Lan Huan había terminado de ponerse su túnica y ahora tenía en su mano su cinta, la cinta que representaba su rango, su estatus y aquella cinta que solo debía ser entregada a su alma gemela, recordaba claramente cuando Wangi le había contado que le había entregado su cinta a Weiying.

Su hermano le había gritado que no conocía el amor y a menos que lo conociera jamás habría de entender todo el dolor que estaba sintiendo.

Y era cierto…

Jamás se había enamorado, no había tenido tiempo de hacerlos, después de la muerte de su padre había volcado toda su atención hacia su hermano, lo cuidaba y lo guiaba, lo acompañaba y aconsejaba, su felicidad se había vuelto su prioridad antes que la suya.

Cuando había dejado de ser su prioridad que su hermano fuera feliz.

El sonido de la puerta lo saco de sus pensamientos.

-          Adelante – dijo Lan Huan

Volteo a ver quién ingresaba y se sorprendió al ver a Jiang Cheng allí, parecía algo nervioso.

-          ¿Sucede algo?  – le pregunto
-          Mi madre – dijo mintiendo – me mando a ver si ya estabas listo
-          Si, solo dame un momento…

Lan Huan estiro la cinta y trato de ponérsela, pero al tener el cabello mojado esta se resbalaba.

-          Déjame ayudarte…

Lan Huan no imagino lo que sucedería después, Jiang Cheng había tocado su cinta, lo que hizo que el gire rápidamente hacia él, la cinta resbalo y paso totalmente a ser retenida por las manos de Jiang Cheng.

Lan Huan se le quedo mirando de una manera intensa…

Sin darse cuenta de sus actos tomo un extremo de la cinta y la jalo, Jiang Cheng que tenía bien sujeta su cinta fue arrastrado con ella, hasta pegarse a Lan Huan, quien se había quedado hipnotizado con los ojos claros del muchacho y con ese aroma a loto del cual se había vuelto adicto.

Lan Huan no sabía que le pasaba, no podía decir el motivo de su comportamiento, por primera vez era invadido por sentimientos y emociones que eran nuevas para él, que desconocía totalmente, se estaba acercando demasiado al muchacho de túnicas moradas y este no parecía tener la intención de alejarse.

Estaban demasiado cerca…

Demasiado…

¡Nos atacan!!!

Un grito y sonido de una trompeta los hizo volver a la realidad.

¡Los Wen nos están atacando!!!

Jiang Cheng y Lan Huan salieron corriendo de la habitación, dejando caer la cinta del joven Lan.

Una guerra había dado comienzo.

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Notas:

*Hubei: provincia donde se encuentra ubicada Yunmeng
*Zidian: arma espiritual de la dama Yu
*Jiě: significa hermana

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