Caasiopeia 동방신기

31 ago 2020

三 (03)





*/*

(03)


-          Mi nombre es Weiying…

Wangi estaba en una especie de trance, jamás había visto alguien tan hermoso en su vida…

-          ¿Quién eres?

El sonido de su voz hacia palpitar su corazón de manera que no podía explicar, acaso, acaso esto que estaba sintiendo era a lo que llamaban amor.

Wangi despertó de su letargo cuando aquel muchacho se empezó a acercar a él.

-          ¿Me estabas espiando?

Wangi negó sin decir una palabra.

-          ¿Cuál es tu nombre?
-          Lanzhan…

Sabía muy bien que su nombre real solo debían saberlo su familia, pero algo dentro suyo lo hizo decirlo, no podía responder exactamente qué, pero sabía que podía confiar en él, a decir verdad, estaba sintiendo muchos más sentimientos que solo confianza.

-          Weiying, mi nombre es Weiying

Lanzhan soltó un suspiro enorme cuando vio la mano del muchacho estirado hacia él, que clase de saludo era aquel. Lanzhan miro a Weiying, hasta su nombre sonaba a una melodía, tan hermosa como su rostro.

Y sin darse cuenta si quiera, Lanzhan ya había estirado su mano para tomar la otra.

-          Tu mano es cálida, aunque tu rostro es frio

Wangi miro sus manos unidas, sintiendo como la palma de su mano ardía de una manera en la que no lo lastimaba, al contrario, lo hacía sentir vivo, como nunca antes, lo hacía sentir feliz.

-          ¿Te gusta el sonido de la flauta?

Weiying quiso soltar la mano de su nuevo amigo, pero este la tomo con fuerza, no lo dañaba, pero lo hacía preguntarse, por qué?

Había estado tocando su flauta como lo hacía cada vez que tenía ganas, cuando sintió que alguien lo observaba, jamás se había topado con alguien en aquella parte de la montaña y era por esa misma soledad que él siempre iba allí, necesitaba alejarse de su dolor, del sufrimiento que llevaba, de aquella maldición que era su vida.

Pero cuando sus ojos chocaron con aquel muchacho, sus ojos dorados lo atravesaron y por un momento inclusive había olvidado como respirar.

-          ¿Quieres sentarte conmigo?

Weiying no espero que Lanzhan contestara, tomo su mano con firmeza y lo jalo hacia unas piedras y lo hizo sentarse a su lado.

-          ¿Quieres escucharme tocar?  – le pregunto y vio como este asentía

Weiying retiro su mano y esta vez no hubo oposición, cogió la flauta que había dejado en su cintura.

La misma melodía que había hecho que Lanzhan caminara hipnotizado hacia él, sonó otra vez, y esta vez podría disfrutarla de manera mejor.

Y mientras miraba al interprete, podía sentir, estaba seguro que todo lo que estaba sintiendo, era amor.

*/Actualidad/*

Yibo camino unos pasos hacia aquel muchacho, podrían decir que estaba poseído, no iba refutarlo, ya que no sabía que fuerza extraña lo empujaba a hacer aquello.

Zhan por su parte veía como aquel joven se acercaba a él, y lo añoraba, su cuerpo pedía a gritos que acabara con esa distancia, que estaba pasando con él?

-          Zhan!

Aquel grito los hizo despertar a ambos de su letargo, se miraron el uno al otro sin entender lo que estaba pasando.

-          Encontraste tu…

Zhuocheng se quedó viendo al muchacho que estaba muy cerca de su amigo.

-          ¿Quién eres?  – le pregunto jalando a su amigo más cerca suyo, podía llamarlo sobreprotector, pero la manera en que lo miraba era aterrador

No del aterrador malo, como eres mi siguiente presa, sino como añoranza, una añoranza extrema, no sabía cómo explicarlo.

-          ¿Lo conoces?  – le pregunto a su amigo, ya que nadie respondía
-          Lo siento…

Zhan pudo escuchar la voz de aquel joven y quedo fascinado, era melodiosa, sentía que la había oído antes.

-          No sé qué me paso – dijo Yibo – mi nombre Yibo, Wang Yibo

Yibo estiro su mano y no hacia Zhuocheng, de igual manera tampoco es que lo hubiera estado mirando mientras hablaba, jamás había quitado la mirada de Zhan.

Zhan vio su mano estirada y sintió algo así como un deja vú, rápidamente estiro su mano hacia el muchacho y antes de siquiera poder tomarla, su mejor amigo la tomo por él.

-          Mi nombre es Zhuocheng – dijo soltando su mano – y él es mi mejor amigo Xiao
-          Zhan – completo este – mi nombre es Zhan

Por primera vez en mucho tiempo en el rostro de Yibo se formó una sonrisa.

-          ¿Tenemos que irnos – dijo Zhuocheng – vamos a almorzar verdad?

Zhan asintió.

Su amigo trato de jalarlo con él, pero su mejor amigo no parecía querer moverse.

-          Ya almorzaste – le pregunto Zhan a Yibo
-          Seguro que si – respondió Zhuocheng por él y se llevó una mirada reprobatoria de Zhan
-          Aun no – respondió Yibo
-          ¿No quieres venir con nosotros?

Zhuocheng miro a su mejor amigo, acaso estaba bromeando?

-          Me encantaría – y eso era cierto – pero tengo que esperar a mi madre

Yibo pudo ver un atisbo de decepción el rostro de Zhan, quería poder seguirlo a donde quiera que vaya, justo ahora, se sentía muy mal por no poder acompañarlo.

Que era exactamente lo que había pasado cuando se vieron por primera vez, que era lo que estaba sintiendo ahora, Yibo podía contar con los dedos de una mano las personas que él amaba o quería, su padre, su madre, su abuela, nadie más, no había sufrido al tener que mudarse porque no había tenido amigos, no sabía cómo ser amigo de alguien, a veces no lo comprendían y lo prejuzgaban como alguien frio arrogante.

Pero ahora, mientras miraba a Zhan a los a esos bellos ojos oscuros, podía sentirse pleno y confiado de que a donde se a que lo siga iba a estar bien, aunque había más, mucho más, pero aun no sabía cómo llamarlo.

A diferencia de Zhan, que había sido un romántico toda su corta vida, podía sentir como su corazón había despertado de una manera loca, hasta temía que podían escucharlo gritar, sentía cosas bailando en su estómago.

Él sabía muy bien a que se debían esos síntomas, y aunque lo había anhelado toda su vida, jamás llego a creer realmente que podía existir el amor a primera vista.

-          Estaremos en el patio – dijo Zhan – puedes ir con tu madre allí

Yibo asintió y Zhuocheng miraba a su mejor amigo con cara de “es en serio, déjalo ir”.

-          ¡Adiós! – Zhuocheng ahora si uso toda su fuerza para jalar a su mejor amigo y ahora este si avanzaba.

-          ¡Nos vemos!  – grito Zhan antes de salir del salón de pinturas

Por segunda vez Yibo sonrió y puso al instante una mano en su corazón.

Que nombre podía ponerles a todos estos sentimientos que estaba sintiendo, podría describirlos uno a unos, pero no podía identificarlos.

Volvió a sus pirar y a mirar el lugar por donde Zhan había desaparecido.

-          Zhan – dijo y por tercera vez sonrió

Debía buscar a su madre.

Y aunque Yibo iba entenderlos después, la palabra que buscaba era amor.

No hay comentarios: