Caasiopeia 동방신기

31 ago 2020

四 (04)


Pintura llamada: 初吻 (primer beso)

Pintura llamada: 初吻 (primer beso)

*/*

(04)

Zhan estaba sentado con su mejor amigo en una de las mesas apartadas del palacio, puestas para que los visitantes puedan almorzar.

-          La verdad que no lo entiendo

Zhuocheng miro a su mejor amigo, este aun sostenía la cuchara en su mano, tenía la mirada perdida. Aquello le molestaba, no es que fueran celos románticos, solo que tendía a ser muy sobreprotector con su mejor amigo.

-          Zhan!!

Xiao Zhan salió de su letargo, se había quedado pensando en Yibo, en sus hermosos ojos. En esa piel tan blanca, podía compararla con un jade. Era tan fácil perderse en su rostro, ese chico era demasiado guapo, demasiado atrayente, pero también sabía que aquellos sentimientos que nublaban y removían su cabeza y corazón, iba más allá de la sola belleza de su rostro.

-          Zhan!!

Xiao Zhan se había vuelto a perder en sus pensamientos y por ende nuevamente había ignorado a su mejor amigo.

-          ¿Qué te sucede?  – le pregunto este – jamás te habías comportado así
-          ¿Cómo así?  – pregunto curioso
-          Pareces una doncella enamorada

Zhan abrió mucho los ojos al escuchar aquello y rápidamente sintió su cara arder.

-          Ahí está – dijo su amigo señalando su rostro – estas todo ruborizado como una doncella de la antigua china
-          ¡No es cierto!  – dijo tapando sus mejillas
-          Entonces me vas a negar que ahora estabas pensando en ese chico Yibo

Zhan agacho la cabeza, derrotado.

-          ¡Lo sabía!  – afirmo con molestia – te enamoraste de él tan rápido?
-          Claro que no – Zhuocheng lo miro con una ceja levantada – no creo, la verdad es que no lo sé, es solo que – Zhan no encontraba las palabras – no sé qué le pasa a mi cabeza y menos que le pasa a mi corazón

Lo último lo dijo tocando al susodicho (su corazón).

-          Hay por dios – dijo restregándose las manos por el rostro – con ese temperamento tuyo sabía que algún día sucedería esto

Zhan sonrió, era cierto que era muy romántico, muy sensible, era muy soñador, pero jamás había sido enamoradizo, aunque si estaba enamorado del amor, eso contaba?

-          No deberías ilusionarte muy rápido y tampoco mucho con el - odiaba ser sincero y destrozar las ilusiones de su amigo, pero todo lo que decía era verdad – quizás ni siquiera lo vuelvas a ver

Zhan cambio su expresión.

-          Lo se

Zhuocheng se había rendido, no podía permitir esa expresión triste en su mejor amigo, estaba por darle algunas ideas, cuando alguien los saludo.

-          Hola…

Zhan levanto la cabeza al reconocer aquella voz, aquello era tan loco, lo había escuchado poco más de 2 veces, pero sabía que si se perdían en una multitud podría reconocer esa voz, donde sea, no importaba la cantidad de personas.

-          Yibo…

Zhan sonrió sin imaginarse cuantas cosas causaba en el corazón del muchacho, con tan solo mencionar su nombre con aquellos hermosos labios y con esa melodiosa voz. Yibo se preguntaba que se sentiría poder robarle un beso.

Zhuocheng miro al par de muchachos y negó con la mirada cansada, ambos se habían quedado hipnotizados el uno con el otro, mirándose fijamente. Por dios, ¿cuanta más tenía que soportar?

Demasiada miel, demasiada azúcar.

-          Ni siquiera pestañean – dijo casi al borde de la locura

Jamás había imaginado terminar en aquella posición, no quería ser el violinista de nadie, estaba muy indignado.

-          ¡Bueno, es suficiente!

Zhuocheng se levantó y dio una palmada en medio de ambos tortolos, despertándolos a si de su largo letargo.

-          Siento interrumpirlos – dijo con sarcasmo – pero solo tenemos 15 minutos para comer y al menos yo – se señaló – quiero la hora libre para dormir en el bus
-          Lo siento – dijo Yibo avergonzado

Aunque tampoco es que lo lamentara mucho, era demasiado fácil quedarse prendado de aquella mirada, de aquellos hermosos ojos, era inevitable, ya que eran los ojos más hermosos que había visto en su vida.

-          ¿Quieres sentarte?  – dijo Zhuocheng

Ya que su mejor amigo parecía que no podía hablar, Zhuocheng tenía que decirlo, o tendría a Yibo parado a su lado todo el tiempo y era muy incómodo, aunque no le gustaba ese muchacho extraño y serio, estaba seguro que su mejor amigo jamás lo hubiera dejado ir, eso lo sabía muy bien.

Si no puedes con el enemigo, únetele.

-          Gracias – dijo Yibo sentando al lado de Zhuocheng

Claro que, a una distancia prudente, además era mejor sentarse frente a Zhan, así era más fácil para él, admirarlo, podía verlo perfectamente y nadie podía decir nada acerca de eso.

-          ¿Y tu madre?  – pregunto Zhan hablando por fin
-          Me dio permiso para almorzar solo – cuando decía solo se refería con ustedes, ojalá y no le hayan malentendido – tiene una reunión con la directora del museo
-          ¿Con la directora?  – pregunto Zhuocheng
-          Va a trabajar aquí...
-          Wao

Xiao sonrió con admiración y Yibo no podía sentirse más dichoso por poder admirar aquella sonrisa, lo haría por el resto de su vida si se lo permitían

-          ¿Qué profesión tiene tu madre?  – pregunto Zhuocheng
-          Es restaurador
-          Eso es cool
-          Mn – asintió orgulloso

Yibo se sorprendió hablando más de lo normal con 2 desconocidos, normalmente no se dirigía con más de 2 palabras o sus famosos monosílabos, y estaba seguro que el chico con rostro de angel era el culpable.

-          Voy a traerte un plato de comida – Zhan se levantó de su asiento
-          No te molestes – Yibo también se levantó – puedo ir yo
-          Yo puedo hacerlo
-          En serio, no quisiera molestarte
-          No es molestia
-          ¡Voy yo! – Zhuocheng se había cansado del ir y venir de ambos chicos

Yibo y Zhan volvieron a sentarse, “gracias por la insistencia” pensó Zhuocheng con sarcasmo y se levantó.

-          Está bien que te pida lo mismo que estamos comiendo – “aunque hace rato que no he comido nada” pensó Zhuocheng
-          Si, está bien, gracias

Yibo saco dinero de su bolsillo y se lo dio.

-          Ya vuelvo…

Zhuocheng les dio una última mirada y se fue dejándolos.

Era mejor ir a hacer la cola para la comida, que quedarse con ese par lazándose miradas raras, además si lo pensaba mejor, si uno de ellos hubiera ido, el estaría soportando el dolor de la separación, definitivamente ese par se habían enamorado a primera vista, y el clásico “no sé qué le pasa a mi cabeza y a mi corazón” que su mejor amigo le decía, era porque aún no se daba cuenta totalmente.

Zhuocheng sintió un escalofrió, no quería imaginarse que haría ese par solos, mejor no lo pensaba, ya estaba sintiendo arcadas.

Camino hacia la cola y le toco estar tercero o cuarto, la verdad no había mirado muy bien, pero si se había dado cuenta que 2 chicos de otro colegio delante suyo estaban jugando a manos, y se estaban empujando, empujándolo levemente en el trayecto. Odiaba ese tipo de cosas, pero tampoco iba a hacer un escándalo por una pequeñez. No quería ganarse problemas.

Pero como aquella frase o refrán decía; la verdad no se acordaba, pero daba igual, “No tienes que buscar los problemas, estos vienen solos hacia ti”, tampoco se acordaba si la frase iba a sí, pero los problemas vinieron.

El chico delante suyo le dio un empujón fuerte y Zhuocheng para no caer al suelo se tiró a un lado y estaba todo bien hasta ahí, si es que no hubiera chocado con otro chico, derramándole todo el batido que estaba bebiendo en la chaqueta de su escuela.

-          ¡Mira lo que hiciste!

El chico con el que había chocado empezó a gritar y bueno que podía decir, si lo había empapado totalmente, pero no había sido su culpa.

-          Lo siento – se disculpó – pero no fui yo

Zhuocheng miro a los muchos delante suyo, pero estos ni lo miraban ignorando el problema en que lo habían metido.

-          lo siento mucho en serio – volvió a disculparse – te pagare la chaqueta y el batido, en serio lo siento

no le quedaba otra que asumir.

-          ¿Acaso crees que soy un muerto de hambre – le grito el chico – sabes de que escuela vengo?

No lo sabía y no le interesaba, ¿además que quería entonces?, ya le había perdón.

-          Vamos al baño y lava mi chaqueta
-          ¿Disculpa?  – no podía estar hablando en serio
-          ¿Crees que voy a subir a mi auto así?

Zhuocheng quería responder esa pregunta, pero sabía que se metería en más problemas si lo hacía.

El chico se quitó la chaqueta y se la lanzo en la cara.

-          ¡¿Que rayos te pasa?!  – grito Zhuocheng

O sea, si habían tenido un accidente, pero lo que estaba haciendo ese tipo era humillarlo y ensuciarlo, ahora tenía todo el rostro empapado con el batido de la chaqueta.

Zhuocheng era 70% pacifista, pero el otro 30% era la paciencia que tenía ante las injusticias, y todo lo que había pasado, no había sido su culpa.

-          ¡Imbécil!  – le grito tirándole la chaqueta de regreso

El chico lo miro furioso e iba lanzarse encima suyo, pero el cuerpo de una persona se lo impidió.

El muchacho termino chocando con aquel cuerpo y retrocedió unos pasos, cuando vio quien esa se asustó y su rostro paso de furioso a avergonzado.

Aquel señor delante suyo se había puesto delante suyo como protegiendo y queriéndolo o no lo había hecho, lo había protegido.

-          Profesor – dijo el chico del batido avergonzado
-          ¿Esa es la manera en la que representas al instituto?  – su voz sonaba furiosa, pero había algo en esta que hizo que Zhuocheng se sintiera seguro
-          Lo siento mucho profesor – dijo haciendo una reverencia – pero él me lanzo el batido encima a propósito
-          Eso no es cierto! – dijo Zhuocheng detrás de aquel señor

El chico lo miro furioso.

-          Ve a limpiarte – le dijo el profesor – y pídele otra chaqueta al auxiliar a cargo de tu salón
-          Si profesor - el chico rechino los dientes, estaba furioso, pero no le quedaba otra, dio media vuelta y se fue

Zhuocheng respiro tranquilo y escucho un par de risas a su lado.

-          Ustedes – al parecer aquel profesor también los había escuchado – vuelvan también al auto
-          Si señor – dijo el par y corrieron lejos de allí

Aquel par habían sido los culpables de todo.

Zhuocheng empezó a limpiarse el rostro con su mano, tenía batido muy cerca de los ojos, pero justo una mano lo detuvo.

-          Pido disculpas por el comportamiento de mis alumnos

Aquel señor había empezado a limpiarle el rostro con un pañuelo y Zhuocheng lo dejo ser…

-          También fue mi culpa – él dijo
-          No lo fue

El señor limpio la parte de sus ojos, Zhuocheng pudo verlo correctamente y cuando lo vio quedo impactado.

-          Vi que los chicos delante de ti fueron los que te empujaron, fue muy valiente de tu parte no delatarlos y pedir disculpas.

Zhuocheng asintió sin escucharlo realmente, bueno si lo escuchaba, pero también lo miraba y admiraba, su rostro aún seguía siendo limpiado por aquel hombre.

“Es tan guapo”, fue lo primero que pensó.

-          Creo que ya está – dijo y le entrego el pañuelo en sus manos – quédatelo

Zhuocheng asintió y sintió como su mano rozaba con la suya.

El hombre le sonrió dando media vuelta para irse y Zhuocheng sintió su corazón detenerse.

-          ¡Gracias!!  – le grito al hombre que ya estaba varios pasos delante suyo

El señor se detuvo unos segundos, volvió a sonreír y siguió su camino. Había sonreído muchas veces hoy y todo por el mismo muchacho, hace muchísimos años que no sonreía de verdad, podía decirse que hace mucho que no se sentía feliz.

Lo había estado observando desde hace mucho rato y había algo en aquel muchacho que lo hacía sonreír sin explicación.

Zhuocheng vio como aquel señor se perdía entre el comedor y se quedó viendo aquel lugar por un momento, jamás se había sentido así, nunca, por nadie, apretó suavemente el pañuelo que tenía en la mano, podía ver que, en la esquina de este, estaban cocidas dos iniciales.

L. H.

No pudo evitar que una sonrisa tonta se formara en su rostro.

-          ¡Maldito Zhan!!  – dijo recordando a su amigo y guardando el pañuelo en su bolsillo –ya me está pegando lo cursi

Sonrió una vez más y movió su cabeza tratando de despejar aquellos tontos pensamientos, era mejor que se preocupara por eso de una vez, antes de que se pregunten qué era lo que pasaba con, aunque si debía adivinar, estaba seguro que ni siquiera lo estaban echando de menos.

Y así era.

*/*

Una vez Zhuocheng se fuera, Yibo volvió a mirar a Zhan, quería poder decirle tantas cosas, pero cada una se atoraba en su garganta, ya que no era el mejor para expresarse.

-          Entonces – empezó diciendo Zhan – viniste aquí con tu madre
-          Mn – Yibo asintió

Zhan por su parte necesitaba saber, necesitaba saber si lo volvería ver, si estaba bien ilusionarse a sí o debería empezar a despedirse, aquel solo pensamiento causaba un gran dolor a su corazón.

-          ¿Estás viviendo en Beijing?  – le pregunto muy curioso
-          Si

Aquel monosílabo lleno su corazón de felicidad.

Y se empezaron a mirar nuevamente, Yibo no quería parecer muy extraño, así que se obligó a seguir hablando.

-          Este palacio – dijo – es muy hermoso
-          Sabías que perteneció al último emperador espiritual de la dinastía china

Yibo si lo sabía, pero no tenía ningún problema en que Zhan lo educara aún más con esa melodiosa voz.

-          ¿Conoces la leyenda de el gran amor del emperador?
-          Algo escuche
-          Dicen que enamoraron a primera vista, no había comparación con el amor que sentía por su amada, su historia fue hermosa y a la vez
-          Trágica – termino Yibo

Ambos se miraron sintiendo un sin sabor, una especie de ardor en su corazón, como si aquel final les doliera demasiado.

-          Además – dijo Zhan tratando de ignorar aquel triste sentimiento - sabias que su primer beso se lo dieron en el lago que está detrás de las montañas

Aquello no lo sabía, no lo había leído en ningún libro.

Justo en ese momento, Yibo sintió como un mareo y varias imágenes vinieron a su mente, eran una especie de recuerdos, pero no era suyos, ¿o sí?

*/Muchos años atrás/*

-          Este lago se llama “wĕn” (beso en chino)

Lanzhan escuchaba muy atento como Weiying le contaba la historia de aquel lago.

Había pasado una semana desde que se habían conocido y desde ese día habían prometido encontrarse todos los días a la misma ahora en ese mismo lago.

-          Dicen que en este lago el sol y la luna llegan a chocar sus respectivas sombras, una antes de aparecer y otra antes de ocultarse, justo el roce perfecto de un beso.
-          Es una bonita historia – dijo Lanzhan

Su coronación había sido un evento que muchos iban a recordar, claro que por lo majestuoso que había sido y también porque la acción de su emperador había sido bendecida nuevamente con un eclipse, aquello no solo auguraba felicidad y prosperidad al imperio, sino que el gobierno de su emperador sería el mejor y no tendría punto de comparación

Claro que para Wangi aquel día también lo recordaría para siempre, ya que había encontrado a Weiying, el primer día que lo había visto, justo al lado de aquel lago, del cual le contaban ahora su historia.

No había dejado que Weiying se fuera de su lado, sin antes prometerle que se volvería a ver, y este había aceptado con una sonrisa en su rostro.

-          ¿Has nadado en un lago alguna vez?  – le pregunto Weiying
-          No – sintió un poco de vergüenza al responder
-          ¡Pues vamos!  – le dijo tomando su mano
-          No sé nadar – Weiying soltó su mano aquello le dolió un poco
-          No sabes nadar – Weiying sonrió – yo puedo enseñarte, además este lago no es tan profundo como parece
-          ¿Has nadado antes aquí?  – le pregunto
-          Todo el tiempo

Aquella respuesta le molesto un poco y Weiying lo noto.

-          ¿No tienes miedo?  – le pregunto Lanzhan
-          Sé nadar – le afirmo
-          No… - decía en voz baja – me refería a eso
-          ¿Entonces? – Weiying lo había escuchado
-          Alguien… alguien podría verte

Weiying volvió a sonreír, su nuevo se veía muy lindo así, medio tímido, medio molesto, acaso estaba celoso?

-          ¿Te molestaría que alguien me hubiera visto?

Lanzhan alejo la mirada de Weiying.

-          ¿Quieres ser el primero?  – le dijo en un susurro coqueto
-          ¡Desvergonzado! – Lanzhan lo reprendió, pero no pudo evitar que sus orejas se pusieran totalmente rojas

Weiying se levantó de la rama donde estaban sentados y empezó a reírse fuertemente, Lanzhan lo volvió a mirar fijamente, sabía que se estaba burlando de él, pero no podía evitar admirar sus risas, inevitablemente se estaba volviendo adicto a estas.

-          Lanzhan! – lo llamo y este lo miro a los ojos – quiero que seas el primero y el único que me mire así siempre

Lanzhan sintió como su corazón se detuvo, Weiying le volvió a sonreír, pero esta vez había algo diferente.

Weiying se sacó el saco de encima y lo tiro al suelo.

-          Voy a nadar – le dijo

Y al instante se tiró al lago, salpicando agua en las finas y blancas ropas de Lan Wangi, este se levantó y miro hacia donde este se había sumergido.

-          Weiying - lo llamo en un suspiro

Siguió mirando aquel lugar hasta que un buen rato había pasado, aquello lo había empezado a preocupar, sintió un horrible escalofrió al pensar en su Weiying en problemas, ya que el tiempo pasaba y este no salía del agua.

-          Weiying!! – grito Lanzhan y se tiró al agua al instante

No lo pensó 2 veces no importaba si no podía nadar, sacrificaría su vida si era necesario por Weiying.

Lastimosamente el no saber nadar y las grandes capaz de ropa que llevaba no lo dejaba estar a flote, se estaba hundiendo.

-          Lanzhan!

Weiying salió del agua levantándolo, lo estaba sosteniendo de los hombros para mantenerlo a flote.

-          Jamás debes lanzarte con tanta ropa – aunque le llevaba la mayoría de sus ropas puestas, estas eran más delgadas a diferencia de las ropas de Lanzhan
-          ¿Estás bien?  – le pregunto
-          ¿Saltaste por mí?

Lanzhan se lanzó a abrazarlo, se había asustado demasiado, había pensado lo peor, pero ahora que lo tenía en frente suyo, se sentía tan bien.

-          Lanzhan – dijo Weiying correspondiendo a su abrazo

Weiying sintió como su corazón se aceleraba por su toque, se sentía tan bien, estar pegado el uno al otro, sus cuerpos encajaban tan bien, como si cada uno hubiera sido creado por dios para el otro.

Weiying se alejó de Lanzhan y este pensó que lo había asustado, pero al ver una sonrisa en su rostro, se dio cuenta que no.

Weiying aun sonriendo se hundió en el aguay antes de que Lanzhan pudiera reaccionar siquiera, lo jalo de la solapa para hundirlo con él.

Al estar debajo del agua, Lanzhan abrió sus ojos y vio justo frente a él a su Weiying, este seguía sonriendo.

Weiying se acercó a él y estampo de una manera delicada sus labios a los suyos, uniendo sus bocas en un beso.

Su primer beso.

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