Pintura llamada: 初吻 (primer beso)
*/*
四 (04)
-
La verdad que no lo entiendo
Zhuocheng
miro a su mejor amigo, este aun sostenía la cuchara en su mano, tenía la mirada
perdida. Aquello le molestaba, no es que fueran celos románticos, solo que tendía
a ser muy sobreprotector con su mejor amigo.
-
Zhan!!
Xiao Zhan salió
de su letargo, se había quedado pensando en Yibo, en sus hermosos ojos. En esa
piel tan blanca, podía compararla con un jade. Era tan fácil perderse en su
rostro, ese chico era demasiado guapo, demasiado atrayente, pero también sabía
que aquellos sentimientos que nublaban y removían su cabeza y corazón, iba más allá
de la sola belleza de su rostro.
-
Zhan!!
Xiao Zhan
se había vuelto a perder en sus pensamientos y por ende nuevamente había
ignorado a su mejor amigo.
-
¿Qué te sucede? – le pregunto este – jamás te habías
comportado así
-
¿Cómo así? – pregunto curioso
-
Pareces una doncella enamorada
Zhan abrió
mucho los ojos al escuchar aquello y rápidamente sintió su cara arder.
-
Ahí está – dijo su amigo señalando su rostro –
estas todo ruborizado como una doncella de la antigua china
-
¡No es cierto! – dijo tapando sus mejillas
-
Entonces me vas a negar que ahora estabas
pensando en ese chico Yibo
Zhan
agacho la cabeza, derrotado.
-
¡Lo sabía! – afirmo con molestia – te enamoraste de él
tan rápido?
-
Claro que no – Zhuocheng lo miro con una ceja
levantada – no creo, la verdad es que no lo sé, es solo que – Zhan no
encontraba las palabras – no sé qué le pasa a mi cabeza y menos que le pasa a
mi corazón
Lo último
lo dijo tocando al susodicho (su corazón).
-
Hay por dios – dijo restregándose las manos
por el rostro – con ese temperamento tuyo sabía que algún día sucedería esto
Zhan sonrió,
era cierto que era muy romántico, muy sensible, era muy soñador, pero jamás había
sido enamoradizo, aunque si estaba enamorado del amor, eso contaba?
-
No deberías ilusionarte muy rápido y tampoco
mucho con el - odiaba ser sincero y destrozar las ilusiones de su amigo, pero
todo lo que decía era verdad – quizás ni siquiera lo vuelvas a ver
Zhan
cambio su expresión.
-
Lo se
Zhuocheng
se había rendido, no podía permitir esa expresión triste en su mejor amigo, estaba
por darle algunas ideas, cuando alguien los saludo.
-
Hola…
Zhan
levanto la cabeza al reconocer aquella voz, aquello era tan loco, lo había
escuchado poco más de 2 veces, pero sabía que si se perdían en una multitud
podría reconocer esa voz, donde sea, no importaba la cantidad de personas.
-
Yibo…
Zhan sonrió
sin imaginarse cuantas cosas causaba en el corazón del muchacho, con tan solo
mencionar su nombre con aquellos hermosos labios y con esa melodiosa voz. Yibo
se preguntaba que se sentiría poder robarle un beso.
Zhuocheng
miro al par de muchachos y negó con la mirada cansada, ambos se habían quedado
hipnotizados el uno con el otro, mirándose fijamente. Por dios, ¿cuanta más
tenía que soportar?
Demasiada
miel, demasiada azúcar.
-
Ni siquiera pestañean – dijo casi al borde de
la locura
Jamás había
imaginado terminar en aquella posición, no quería ser el violinista de nadie,
estaba muy indignado.
-
¡Bueno, es suficiente!
Zhuocheng
se levantó y dio una palmada en medio de ambos tortolos, despertándolos a si de
su largo letargo.
-
Siento interrumpirlos – dijo con sarcasmo –
pero solo tenemos 15 minutos para comer y al menos yo – se señaló – quiero la
hora libre para dormir en el bus
-
Lo siento – dijo Yibo avergonzado
Aunque
tampoco es que lo lamentara mucho, era demasiado fácil quedarse prendado de
aquella mirada, de aquellos hermosos ojos, era inevitable, ya que eran los ojos
más hermosos que había visto en su vida.
-
¿Quieres sentarte? – dijo Zhuocheng
Ya que su
mejor amigo parecía que no podía hablar, Zhuocheng tenía que decirlo, o tendría
a Yibo parado a su lado todo el tiempo y era muy incómodo, aunque no le gustaba
ese muchacho extraño y serio, estaba seguro que su mejor amigo jamás lo hubiera
dejado ir, eso lo sabía muy bien.
Si no
puedes con el enemigo, únetele.
-
Gracias – dijo Yibo sentando al lado de
Zhuocheng
Claro que,
a una distancia prudente, además era mejor sentarse frente a Zhan, así era más
fácil para él, admirarlo, podía verlo perfectamente y nadie podía decir nada
acerca de eso.
-
¿Y tu madre? – pregunto Zhan hablando por fin
-
Me dio permiso para almorzar solo – cuando
decía solo se refería con ustedes, ojalá y no le hayan malentendido – tiene una
reunión con la directora del museo
-
¿Con la directora? – pregunto Zhuocheng
-
Va a trabajar aquí...
-
Wao
Xiao sonrió
con admiración y Yibo no podía sentirse más dichoso por poder admirar aquella
sonrisa, lo haría por el resto de su vida si se lo permitían
-
¿Qué profesión tiene tu madre? – pregunto Zhuocheng
-
Es restaurador
-
Eso es cool
-
Mn – asintió orgulloso
Yibo se sorprendió
hablando más de lo normal con 2 desconocidos, normalmente no se dirigía con más
de 2 palabras o sus famosos monosílabos, y estaba seguro que el chico con
rostro de angel era el culpable.
-
Voy a traerte un plato de comida – Zhan se levantó
de su asiento
-
No te molestes – Yibo también se levantó –
puedo ir yo
-
Yo puedo hacerlo
-
En serio, no quisiera molestarte
-
No es molestia
-
¡Voy yo! – Zhuocheng se había cansado del ir y
venir de ambos chicos
Yibo y Zhan
volvieron a sentarse, “gracias por la
insistencia” pensó Zhuocheng con sarcasmo y se levantó.
-
Está bien que te pida lo mismo que estamos
comiendo – “aunque hace rato que no he
comido nada” pensó Zhuocheng
-
Si, está bien, gracias
Yibo saco
dinero de su bolsillo y se lo dio.
-
Ya vuelvo…
Zhuocheng
les dio una última mirada y se fue dejándolos.
Era mejor
ir a hacer la cola para la comida, que quedarse con ese par lazándose miradas
raras, además si lo pensaba mejor, si uno de ellos hubiera ido, el estaría
soportando el dolor de la separación, definitivamente ese par se habían
enamorado a primera vista, y el clásico “no
sé qué le pasa a mi cabeza y a mi corazón” que su mejor amigo le decía, era
porque aún no se daba cuenta totalmente.
Zhuocheng
sintió un escalofrió, no quería imaginarse que haría ese par solos, mejor no lo
pensaba, ya estaba sintiendo arcadas.
Camino
hacia la cola y le toco estar tercero o cuarto, la verdad no había mirado muy
bien, pero si se había dado cuenta que 2 chicos de otro colegio delante suyo
estaban jugando a manos, y se estaban empujando, empujándolo levemente en el
trayecto. Odiaba ese tipo de cosas, pero tampoco iba a hacer un escándalo por
una pequeñez. No quería ganarse problemas.
Pero como
aquella frase o refrán decía; la verdad no se acordaba, pero daba igual, “No
tienes que buscar los problemas, estos vienen solos hacia ti”, tampoco se
acordaba si la frase iba a sí, pero los problemas vinieron.
El chico
delante suyo le dio un empujón fuerte y Zhuocheng para no caer al suelo se tiró
a un lado y estaba todo bien hasta ahí, si es que no hubiera chocado con otro
chico, derramándole todo el batido que estaba bebiendo en la chaqueta de su
escuela.
-
¡Mira lo que hiciste!
El chico
con el que había chocado empezó a gritar y bueno que podía decir, si lo había
empapado totalmente, pero no había sido su culpa.
-
Lo siento – se disculpó – pero no fui yo
Zhuocheng
miro a los muchos delante suyo, pero estos ni lo miraban ignorando el problema
en que lo habían metido.
-
lo siento mucho en serio – volvió a
disculparse – te pagare la chaqueta y el batido, en serio lo siento
no le quedaba
otra que asumir.
-
¿Acaso crees que soy un muerto de hambre – le
grito el chico – sabes de que escuela vengo?
No lo
sabía y no le interesaba, ¿además que quería entonces?, ya le había perdón.
-
Vamos al baño y lava mi chaqueta
-
¿Disculpa? – no podía estar hablando en serio
-
¿Crees que voy a subir a mi auto así?
Zhuocheng
quería responder esa pregunta, pero sabía que se metería en más problemas si lo
hacía.
El chico
se quitó la chaqueta y se la lanzo en la cara.
-
¡¿Que rayos te pasa?! – grito Zhuocheng
O sea, si
habían tenido un accidente, pero lo que estaba haciendo ese tipo era humillarlo
y ensuciarlo, ahora tenía todo el rostro empapado con el batido de la chaqueta.
Zhuocheng
era 70% pacifista, pero el otro 30% era la paciencia que tenía ante las injusticias,
y todo lo que había pasado, no había sido su culpa.
-
¡Imbécil! – le grito tirándole la chaqueta de regreso
El chico
lo miro furioso e iba lanzarse encima suyo, pero el cuerpo de una persona se lo
impidió.
El
muchacho termino chocando con aquel cuerpo y retrocedió unos pasos, cuando vio
quien esa se asustó y su rostro paso de furioso a avergonzado.
Aquel
señor delante suyo se había puesto delante suyo como protegiendo y queriéndolo
o no lo había hecho, lo había protegido.
-
Profesor – dijo el chico del batido
avergonzado
-
¿Esa es la manera en la que representas al
instituto? – su voz sonaba furiosa, pero
había algo en esta que hizo que Zhuocheng se sintiera seguro
-
Lo siento mucho profesor – dijo haciendo una reverencia
– pero él me lanzo el batido encima a propósito
-
Eso no es cierto! – dijo Zhuocheng detrás de
aquel señor
El chico
lo miro furioso.
-
Ve a limpiarte – le dijo el profesor – y
pídele otra chaqueta al auxiliar a cargo de tu salón
-
Si profesor - el chico rechino los dientes,
estaba furioso, pero no le quedaba otra, dio media vuelta y se fue
Zhuocheng
respiro tranquilo y escucho un par de risas a su lado.
-
Ustedes – al parecer aquel profesor también
los había escuchado – vuelvan también al auto
-
Si señor – dijo el par y corrieron lejos de
allí
Aquel par
habían sido los culpables de todo.
Zhuocheng
empezó a limpiarse el rostro con su mano, tenía batido muy cerca de los ojos,
pero justo una mano lo detuvo.
-
Pido disculpas por el comportamiento de mis alumnos
Aquel
señor había empezado a limpiarle el rostro con un pañuelo y Zhuocheng lo dejo
ser…
-
También fue mi culpa – él dijo
-
No lo fue
El señor
limpio la parte de sus ojos, Zhuocheng pudo verlo correctamente y cuando lo vio
quedo impactado.
-
Vi que los chicos delante de ti fueron los que
te empujaron, fue muy valiente de tu parte no delatarlos y pedir disculpas.
Zhuocheng
asintió sin escucharlo realmente, bueno si lo escuchaba, pero también lo miraba
y admiraba, su rostro aún seguía siendo limpiado por aquel hombre.
“Es tan
guapo”, fue lo primero que pensó.
-
Creo que ya está – dijo y le entrego el
pañuelo en sus manos – quédatelo
Zhuocheng
asintió y sintió como su mano rozaba con la suya.
El hombre
le sonrió dando media vuelta para irse y Zhuocheng sintió su corazón detenerse.
-
¡Gracias!! – le grito al hombre que ya estaba varios
pasos delante suyo
El señor
se detuvo unos segundos, volvió a sonreír y siguió su camino. Había sonreído
muchas veces hoy y todo por el mismo muchacho, hace muchísimos años que no
sonreía de verdad, podía decirse que hace mucho que no se sentía feliz.
Lo había
estado observando desde hace mucho rato y había algo en aquel muchacho que lo hacía
sonreír sin explicación.
Zhuocheng
vio como aquel señor se perdía entre el comedor y se quedó viendo aquel lugar
por un momento, jamás se había sentido así, nunca, por nadie, apretó suavemente
el pañuelo que tenía en la mano, podía ver que, en la esquina de este, estaban
cocidas dos iniciales.
L. H.
No pudo
evitar que una sonrisa tonta se formara en su rostro.
-
¡Maldito Zhan!! – dijo recordando a su amigo y guardando el
pañuelo en su bolsillo –ya me está pegando lo cursi
Sonrió una
vez más y movió su cabeza tratando de despejar aquellos tontos pensamientos,
era mejor que se preocupara por eso de una vez, antes de que se pregunten qué
era lo que pasaba con, aunque si debía adivinar, estaba seguro que ni siquiera
lo estaban echando de menos.
Y así era.
*/*
Una vez
Zhuocheng se fuera, Yibo volvió a mirar a Zhan, quería poder decirle tantas
cosas, pero cada una se atoraba en su garganta, ya que no era el mejor para
expresarse.
-
Entonces – empezó diciendo Zhan – viniste aquí
con tu madre
-
Mn – Yibo asintió
Zhan por
su parte necesitaba saber, necesitaba saber si lo volvería ver, si estaba bien
ilusionarse a sí o debería empezar a despedirse, aquel solo pensamiento causaba
un gran dolor a su corazón.
-
¿Estás viviendo en Beijing? – le pregunto muy curioso
-
Si
Aquel
monosílabo lleno su corazón de felicidad.
Y se
empezaron a mirar nuevamente, Yibo no quería parecer muy extraño, así que se obligó
a seguir hablando.
-
Este palacio – dijo – es muy hermoso
-
Sabías que perteneció al último emperador
espiritual de la dinastía china
Yibo si lo
sabía, pero no tenía ningún problema en que Zhan lo educara aún más con esa
melodiosa voz.
-
¿Conoces la leyenda de el gran amor del
emperador?
-
Algo escuche
-
Dicen que enamoraron a primera vista, no había
comparación con el amor que sentía por su amada, su historia fue hermosa y a la
vez
-
Trágica – termino Yibo
Ambos se
miraron sintiendo un sin sabor, una especie de ardor en su corazón, como si
aquel final les doliera demasiado.
-
Además – dijo Zhan tratando de ignorar aquel
triste sentimiento - sabias que su primer beso se lo dieron en el lago que está
detrás de las montañas
Aquello no
lo sabía, no lo había leído en ningún libro.
Justo en
ese momento, Yibo sintió como un mareo y varias imágenes vinieron a su mente,
eran una especie de recuerdos, pero no era suyos, ¿o sí?
*/Muchos años atrás/*
-
Este lago se llama “wĕn” (beso en chino)
Lanzhan
escuchaba muy atento como Weiying le contaba la historia de aquel lago.
Había pasado una
semana desde que se habían conocido y desde ese día habían prometido
encontrarse todos los días a la misma ahora en ese mismo lago.
-
Dicen que en este lago el sol y la
luna llegan a chocar sus respectivas sombras, una antes de aparecer y otra
antes de ocultarse, justo el roce perfecto de un beso.
-
Es una bonita historia – dijo
Lanzhan
Su coronación había
sido un evento que muchos iban a recordar, claro que por lo majestuoso que había
sido y también porque la acción de su emperador había sido bendecida nuevamente
con un eclipse, aquello no solo auguraba felicidad y prosperidad al imperio,
sino que el gobierno de su emperador sería el mejor y no tendría punto de
comparación
Claro que para Wangi
aquel día también lo recordaría para siempre, ya que había encontrado a
Weiying, el primer día que lo había visto, justo al lado de aquel lago, del
cual le contaban ahora su historia.
No había dejado
que Weiying se fuera de su lado, sin antes prometerle que se volvería a ver, y
este había aceptado con una sonrisa en su rostro.
-
¿Has nadado en un lago alguna
vez? – le pregunto Weiying
-
No – sintió un poco de vergüenza
al responder
-
¡Pues vamos! – le dijo tomando su mano
-
No sé nadar – Weiying soltó su
mano aquello le dolió un poco
-
No sabes nadar – Weiying sonrió –
yo puedo enseñarte, además este lago no es tan profundo como parece
-
¿Has nadado antes aquí? – le pregunto
-
Todo el tiempo
Aquella
respuesta le molesto un poco y Weiying lo noto.
-
¿No tienes miedo? – le pregunto Lanzhan
-
Sé nadar – le afirmo
-
No… - decía en voz baja – me
refería a eso
-
¿Entonces? – Weiying lo había
escuchado
-
Alguien… alguien podría verte
Weiying volvió a
sonreír, su nuevo se veía muy lindo así, medio tímido, medio molesto, acaso
estaba celoso?
-
¿Te molestaría que alguien me
hubiera visto?
Lanzhan alejo la
mirada de Weiying.
-
¿Quieres ser el primero? – le dijo en un susurro coqueto
-
¡Desvergonzado! – Lanzhan lo
reprendió, pero no pudo evitar que sus orejas se pusieran totalmente rojas
Weiying se
levantó de la rama donde estaban sentados y empezó a reírse fuertemente,
Lanzhan lo volvió a mirar fijamente, sabía que se estaba burlando de él, pero
no podía evitar admirar sus risas, inevitablemente se estaba volviendo adicto a
estas.
-
Lanzhan! – lo llamo y este lo miro
a los ojos – quiero que seas el primero y el único que me mire así siempre
Lanzhan sintió
como su corazón se detuvo, Weiying le volvió a sonreír, pero esta vez había
algo diferente.
Weiying se sacó
el saco de encima y lo tiro al suelo.
-
Voy a nadar – le dijo
Y al instante se
tiró al lago, salpicando agua en las finas y blancas ropas de Lan Wangi, este
se levantó y miro hacia donde este se había sumergido.
-
Weiying - lo llamo en un suspiro
Siguió mirando
aquel lugar hasta que un buen rato había pasado, aquello lo había empezado a
preocupar, sintió un horrible escalofrió al pensar en su Weiying en problemas,
ya que el tiempo pasaba y este no salía del agua.
-
Weiying!! – grito Lanzhan y se
tiró al agua al instante
No lo pensó 2
veces no importaba si no podía nadar, sacrificaría su vida si era necesario por
Weiying.
Lastimosamente
el no saber nadar y las grandes capaz de ropa que llevaba no lo dejaba estar a
flote, se estaba hundiendo.
-
Lanzhan!
Weiying salió
del agua levantándolo, lo estaba sosteniendo de los hombros para mantenerlo a
flote.
-
Jamás debes lanzarte con tanta
ropa – aunque le llevaba la mayoría de sus ropas puestas, estas eran más
delgadas a diferencia de las ropas de Lanzhan
-
¿Estás bien? – le pregunto
-
¿Saltaste por mí?
Lanzhan se lanzó
a abrazarlo, se había asustado demasiado, había pensado lo peor, pero ahora que
lo tenía en frente suyo, se sentía tan bien.
-
Lanzhan – dijo Weiying
correspondiendo a su abrazo
Weiying sintió
como su corazón se aceleraba por su toque, se sentía tan bien, estar pegado el
uno al otro, sus cuerpos encajaban tan bien, como si cada uno hubiera sido
creado por dios para el otro.
Weiying se alejó
de Lanzhan y este pensó que lo había asustado, pero al ver una sonrisa en su
rostro, se dio cuenta que no.
Weiying aun
sonriendo se hundió en el aguay antes de que Lanzhan pudiera reaccionar
siquiera, lo jalo de la solapa para hundirlo con él.
Al estar debajo
del agua, Lanzhan abrió sus ojos y vio justo frente a él a su Weiying, este
seguía sonriendo.
Weiying se
acercó a él y estampo de una manera delicada sus labios a los suyos, uniendo
sus bocas en un beso.
Su primer beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario